Justicia, ¿de qué depende?

Qué hipócritas son quienes abominan de la pena de muerte vigente en algunos países democráticos, donde se garantiza al condenado su defensa y las revisiones de su pena durante años antes de ejecutarla, pero miran a otro lado, o incluso aplauden, cuando los ejecutados a sangre fría son Bin Laden o Gadafi. Lo sucedido en los últimos días en Libia no hace más que darnos la razón a los que pensamos que muchos de los que proclaman la libertad son, paradójicamente, los más autoritarios.