Una de las protestas que en los últimos años ha protagonizado la plantilla de la residencia. :: C. C.
Ciudadanos

Cruz Roja pretende echar a la calle a 68 empleados de la residencia

Tan solo se salvan 18 del expediente que presentará el 11 de noviembre y que reducirá las 110 camas del centro a tan solo 25

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Cada mes que pasa las cifras de parados suben de una forma alarmante hasta índices siempre desconocidos y superando continuamente récords. San Fernando no es ajeno a esta circunstancia y en cada rincón de La Isla se puede observar lo complicada que está la cosa a la hora de encontrar un puesto de trabajo. El problema es que a los lejos siguen viéndose nubarrones de tormenta y ahora amenazan a la residencia de ancianos de la Cruz Roja, que sufrirá un drástico recorte de personal, al menos que cambie y mucho las cosas. La empresa ha decidido que ante la cantidad de gastos y las dificultades de la actual época, es necesario realizar una reconfiguración del equipamiento hasta un punto dramático. La intención de Cruz Roja es la de desprenderse de un total de 68 trabajadores.

Así lo ha comunicado a los sindicatos en una reunión en la que se puso sobre la mesa las condiciones que recogerá el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se presentará el próximo 11 de noviembre. ES cierto que el anuncio de recortes no cogió por sorpresa a la plantilla, pues desde el verano se están planteando planes de viabilidad que afectaban a las mejoras del convenio laboral. Lo que nadie se esperaba es que las pretensiones de Cruz Roja fueran tan elevadas y se quiera cargar a prácticamente el 75% de la plantilla.

Lo que significa que en la residencia solo habría unos 12 empleados que se muestran insuficientes para atender a todos los residentes que actualmente se encuentran en el edificio. Actualmente hay abiertas un total de 110 camas y la nueva situación solo permitirá (por las ratios establecidas de personal por número de pacientes) contar con 25. Lo que significa que muchas personas mayores tendrán que buscar cobijo en otro lugar o serán trasladadas a otras residencias del entorno.

Los sindicatos están perplejos y ya han comenzado a trabajar para evitar que se cumplan las pretensiones de Cruz Roja y estudiarán con lupa cualquier informe o documento que justifique la necesidad de desprender de tanto trabajador. Por otro lado alertan del drama social, pues muchas personas mayores tendrán que dejar un lugar que ya conocen para adaptarse a uno nuevo.

Una situación que la empresa ha manifestado que será temporal y que la intención es recuperar la totalidad de la plantilla y volver a ofertar 110 camas una vez se haya superado la crisis económica. «Lo que nos tememos es que la empresa intente dar gato por liebre y lo que quiera es quitar todas las ventajas laborales que se habían logrado para cambiar la plantilla y contratar en un futuro a nuevo personal con unas condiciones laborales peores», destacó Guillermo López, miembro de la sección de Sanidad de UGT.