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Pedir más a los ricos no nos saca de pobres

La rentas altas asumen el 8% de lo que recauda Hacienda al año, el resto corre a cargo de asalariados medios y pequeños empresarios . Solo 1.680 trabajadores por cuenta ajena ganan más de 120.000 euros al año en la provincia

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El déficit público y la situación económica estrangulan las cuentas del Estado. Cuando hay que pedir una vez más a los ciudadanos que se aprieten el cinturón, la lógica dice que hay que empezar por los que más tienen. La duda que se plantea ahora es si eso será suficiente.

Por lo pronto, la ministra Elena Salgado ya se ha puesto a ello y ha subido el tipo impositivo a las rentas más altas, que ahora pagan entre un 1% y un 2% más. El límite pasa del 43% a un límite del 45%. Y ahora es el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba el que plantea recuperar el antiguo impuesto de patrimonio, suprimido en 2008, para lograr liquidez.

Las rentas altas son escasas. Solo en la provincia gaditana hay apenas 1.680 asalariados que ganaron más de 100.000 euros en 2009, según los últimos datos publicados por Hacienda en su informe Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias. En arreglo al tipo impositivo de ese año, situado en el 43%, el Estado recaudó por cada uno de ellos una media de 50.000 euros -eso sin tener en cuenta las desgravaciones por vivienda, hijos y otras cuestiones-. En total, estos 1.680 trabajadores de alto nivel aportaron en torno a 84 millones de euros de los 990 que Hacienda recaudó ese mismo año en la provincia, lo que supone un pequeño 8%.

Subir mucho más ese nivel tampoco garantiza una mayor liquidez, especialmente si se tiene en cuenta que los grandes sueldos ya cayeron un 34% el año pasado en Cádiz. Esa es la opinión de José María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda Gestha. «Por mucho más que se aumente el tipo en el IRPF o se suba el IVA no se alcanzarán los objetivos», señala. Sin embargo, considera que este tipo de medidas «tienen interés más por cuestiones de imagen que de resultados», ya que se da la impresión de que los recortes no descansan solo sobre la espalda de las rentas medias y bajas.

Y otros países de la Unión han ido a la zaga. Francia y Portugal ya tienen en marcha dos iniciativa más agresivas que están pendientes de su aprobación, mientras que Italia tendrá que darle una vuelta al incremento del 5% que pensaba aplicar a los que declaren más de 90.000 euros anuales y que finalmente ha sido rechazado.

Mollinedo asegura que más que rescatar un viejo impuesto «los tiros irán por subir otros como los considerados especiales que recaen sobre las bebidas alcohólicas o el tabaco». Respecto al gravamen que el candidato socialista incluirá en su programa para las elecciones del 20N plantea el portavoz de Gestha que «no tendrá una gran repercusión», puesto que el ahorro será de unos 1.000 millones, respecto a los 165.000 de recaudación en toda España. Ya el último año de aplicación de este impuesto, en 2007, el Estado recaudó 1.121 millones en el país.

Sin embargo, muestra más preocupación por las facilidades de las grandes fortunas para eludir determinados impuestos. Y tendría aparejado otro problema que es la posible fuga de capitales de la que advierte José Manuel Silva, director de Renta 4 en Cádiz. No se trata de una consecuencia a corto plazo, pero sí a medio y largo, destaca el experto. De ser así, podría tener un leve impacto sobre la provincia, que está entre los destinos de preferencia de turistas alemanes para comprar una residencia de verano. Silva destaca la importancia de contener la presión fiscal para atraer la inversión extranjera y sobre todo, «no afectar demasiado al consumo que vive sus horas más bajas».

Y a la hora de plantear cualquier cambio fiscal, más en estos momentos de inestabilidad, el director provincial de Renta 4 resalta la importancia de hacerlo de manera unificada y consensuada entre las comunidades. Y pone como ejemplo el gravamen de Donaciones y Sucesiones. «Lo pagamos en algunas regiones como Andalucía o Extremadura y eso provoca también que haya contribuyentes que se empadronen en otros lugares para eludirlo», señala.

El gerente del Colegio de Economistas de Cádiz, Javier Fernández, tampoco ve clara este recurso de financiación. Según explica, «el Estado necesita 600 millones diarios de los mercados para funcionar y con la subida o creación de nuevos gravámenes apenas alcanzaría para una semana». No obstante, plantea que otra cosa distinta «es que las grandes fortunas -ninguna de ellas está en Cádiz- den un paso adelante». Fernández se refiere a casos como el del estadounidense Warren Buffet, el tercer hombre más rico del mundo, que a título personal ha pedido pagar más impuestos. Lo mismo han hecho un grupo de altos magnates franceses y alemanes. Pero hasta el momento los altos capitales españoles que aparecen en la revista Forbes permanecen callados.

Lo que más preocupa al economista no es que los ciudadanos con sueldos holgados tengan que pagar más, sino que esas subidas repercutan en las clases medias y su capacidad de consumo. Los últimos ajustes planteados han supuesto un importante impacto en la economía gaditana, muy dependiente del sector servicios. «Cada vez que se plantea un recorte o una medida de ahorro colectiva la ciudadanía desarrolla hábitos más austeros». Por eso mismo, este profesor de la UCA insta a buscar la liquidez dentro de la propia reorganización interna de la administración pública. Y propone «evitar duplicidades, controlar el déficit y en lo que respecta a las grandes inversiones, no plantear proyectos si no se cuenta con un presupuesto seguro.