Valcárcel apura el verano sin desalojo

La amenaza de desalojo ha sido constante pero de momento se ha quedado en eso, en una amenaza. La denuncia interpuesta a finales de julio por el grupo Zaragoza Urbana, propietaria del inmueble, no ha mellado ni un ápice los ánimos de los integrantes de Valcárcel Recuperado y semana a semana elaboran una nueva programación.

Tres meses después de que el antiguo colegio abriera sus puertas, nadie ha llegado con una citación judicial ni con una orden de desalojo. «Nosotros tenemos constancia de la denuncia solo por los medios de comunicación», explicó ayer uno de los integrantes del grupo de comunicación, Raúl Laínez. «Aquí no ha venido nadie, ni siquiera la Policía». Esto último lo justifican en su comportamiento. «No vienen porque saben que no estamos cometiendo ningún acto vandálico ni hay altercados».

Y mientras esperan que alguien llame a la puerta o que vengan a desalojarlos han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para recabar el apoyo de los gaditanos a este centro social.

Los trabajos de rehabilitación y recuperación avanzan despacio, pero avanzan. Raúl Laínez mostró ayer el resultado de una labor constante de tres meses en el que «se ha llamado al menos cuatro veces para que retiren las cubas llenas de escombros».

Entre escombros y talleres

El antiguo colegio ha recuperado su habitabilidad en toda la planta baja y en gran parte de la primera planta. «Podemos decir que la rehabilitación está al 30% del total», un cifra bastante satisfactoria para el colectivo teniendo en cuenta los recursos de los que dispone. Además, un grupo de técnicos que trabaja con el asesoramiento de un arquitecto ultima un informe sobre el estado 'real' en el que se encuentra el edificio. Anunciaron que lo iban a presentar durante este verano «pero se trata de un proyecto complejo y hay que estar seguros de su fiabilidad al 100%». De momento Laínez adelantó que el informe recoge que no hay ningún peligro para los que permanezcan dentro de él y los problemas que adolece el inmueble son los «típicos» del abandono : humedad y pintura. «Si hubiera algún tipo de derrumbe, el aparcamiento no estaría permitido, ¿no?», se cuestionó.

Las actividades de limpieza se han complementado estos tres meses con la organización de talleres. De risoterapia, de defensa personal, de guitarra, de danza del vientre. y el gran proyecto estrella de este mes de agosto: la escuela de verano en la que han llegado a participar unos 70 niños. De cara al invierno, esperan poder seguir con esta escuela transformada en clase de lecturas o de apoyo, aunque aún está por definir.

En las dos últimas semanas, los integrantes de Valcárcel Recuperado han echado cemento a sus grietas y afirmaron que «hoy día el movimiento trabaja unido y duro». Algunos de los integrantes comentaron a título personal durante la manifestación del pasado domingo que había personas que no entendían la filosofía y el respeto por el antiguo colegio y se fueron. Tras su marcha, la paz reina de nuevo en aulas y asambleas. Raúl Laínez destacó que ha habido debates sobre lo que es y lo que debe ser el movimiento, unos debates «importantes» para llegar a un consenso y que todas las actividades sigan bajo un mismo rumbo. Ahora confían en la unidad de los ideales.