Sociedad

Un proyecto de la UCA analiza las plantas marinas del Parque Bahía de Cádiz

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Una de las líneas de investigación de la Universidad de Cádiz relacionada con el medio ambiente ha presentado hace poco sus conclusiones. Se trata del proyecto ‘Ecolagunes’, elaborado por el grupo de investigación en la ‘Estructura y Dinámica de Ecosistemas Acuáticos’, del que forma parte el profesor Ignacio Hernández. El equipo ha realizado a lo largo de los dos últimos años un inventario de las especies que habitan en los humedales del Parque Natural de la Bahía de Cádiz. El objetivo es analizar las principales plantas marinas de este ecosistema –fanerógamas– y estudiar cómo protegerlo de posibles alteraciones que puedan afectar a la actividad acuícola de la zona. En los alrededores del parque, según reconoce el profesor Hernández, «hay empresas que cultivan doradas, lubinas y otros peces».

En el parque natural hay plantas submarinas catalogadas con una protección especial, no porque estén en vías de extinción, sino más bien porque «juegan un papel importante» en este tipo de ecosistema. En estos lugares «se crían especies de gran interés comercial», reconoce el profesor de la UCA. Además, son plantas que protegen «la erosión costera».

Lo más peculiar de la Bahía de Cádiz, es que aquí «hay tres de las cuatro especies europeas», la otra, «es endémica del Mediterráneo». Esto sí que es más extraordinario. No es tan normal que en un espacio reducido como este, se den las tres especies juntas. De ahí que se ponga tanto esfuerzo en protegerlas.

Uno de los principales fines del proyecto Ecolagunes es que se mantenga la explotación de los recursos naturales del parque, así como garantizar la conservación de las fanerógamas marinas.

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención en este proyecto es que aún no se conozcan adecuadamente todas las especies que habitan en estas superficies. «Se puede mejorar el conocimiento que se tiene de ellas, sobre todo en lo referente a invertebrados y algas». Al investigador le sorprende que «hay poca documentación sobre la biodiversidad de esta zona».

Nuevas incógnitas

El trabajo aún no está terminado. «Un proyecto no se cierra como un libro», se apura a aclarar este experto. «Las conclusiones no son definitivas y abren nuevas preguntas». Desde la Universidad gaditana, este grupo ha presentado una propuesta que permitirá seguir trabajando en las praderas submarinas del parque.

Pero, ¿por qué este estudio es tan necesario para fortalecer el sector de la acuicultura en la provincia? Hernández lo explica de forma sencilla:«La actividad acuícola podría tener algún tipo de conflicto con estas praderas, ya que podría generar vertidos (tales como heces de peces o restos de piensos.) que podría generar una contaminación por nutrientes».

En este sentido, «lo ideal es que haya buenos fondos marinos y que la calidad del agua sea lo suficientemente buena para que se puedan seguir cultivando los pescados que se comercializan desde aquí». En estas praderas, indica el profesor, «se alimentan los peces más pequeños y también invertebrados como las almejas, que crecen en estos lugares como refugio frente a depredadores». Si se perdieran las praderas, las pérdidas para el sector serían terribles. De ahí que el proyecto Ecolagunes, financiado con los fondos FEDER de la Unión Europea, busque fomentar prácticas sostenibles.

Se trata de un trabajo de carácter internacional, ya que también han participado en él como socios el Conseil général de l’ Hérault (Francia), coordinador del proyecto; las Universidades de Burdeos y Montpellier (Francia), el Centro de Ciencias del Mar del Algarve (Portugal) y la Federación Española de Empresarios del Mar, entre otros organismos.