Un peculiar expoliador en Veedor

Los vecinos de la calle Veedor no daban crédito ayer ante lo que veían: sobre una escalera plegable, un hombre de mediana edad arrancaba las placas de metal de las fachadas de varias viviendas de la vía. Lo hacía a plena luz del día y a una hora tan transitada como las 13.45 horas. Como si nada. De hecho, algunos viandantes lo contemplaban con indiferencia, como si estuviera trabajando. En cambio otras personas, indignadas, le reprendieron por el peculiar expolio que estaba cometiendo.

Lo que robaba aquel hombre de pelo blanco y aspecto impecable eran las antiguas placas de seguros contra incendios que aún se pueden ver en algunas fincas del casco antiguo. Estas placas, aunque por lo general pasan desapercibidas, tienen su particular valor histórico, pues algunas -como la de la imagen- se remontan al siglo XVIII y llegan a ser consideradas piezas de museo, pues suponen «las primeras manifestación publicitaria de las compañías aseguradoras», como indica el Museo del Seguro. Además, son bastante valoradas por algunos coleccionistas, lo que quizá explique el interés de aquel extranjero por las de Cádiz.

El supuesto expoliador (al parecer ciudadano de Estados Unidos) trató de explicar en inglés a los que le reñían que poseía una gran colección en su vivienda y les llegó a enseñar fotos de paredes repletas de placas similares. Además, excusó su acción con peregrinos argumentos. Por ejemplo, que «las compañías de seguros eran inglesas» o que algunas «ya ni siquiera existían». Por si fuera poco, enarboló un panfleto que, según él, le daba derecho a coger aquellas piezas. Como es lógico, todo esto no convenció a los vecinos, que lo amenazaron con avisar a la Policía si no devolvía las placas. Su mujer, que lo esperaba en la plaza de San Antonio, guardaba al menos tres. El Ayuntamiento confirmó ayer que no existen denuncias al respecto, pero la Policía Local está al tanto de estos supuestos expoliadores para evitar que vuelvan a las andadas.