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Al acecho de la corona socialista

Varios jóvenes del partido en la provincia preparan su asalto a la política gaditana formándose en las altas esferas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Hay familias que no son normales. Hay algunas de las que se espera que hagan milagros. Algo así vino a decir Indira Gandhi refiriéndose a la suya propia. Durante décadas, los Nehru-Gandhi gobernaron con autoridad el segundo país más poblado de la tierra, la India. Primero fue su padre, luego ella, después su hijo Rajiv y ahora son sus nietos los que tratan de alcanzar la presidencia de este país asiático que se ha convertido en una de las potencias emergentes del planeta.

Una dinastía que ha gobernado democráticamente, encabezando un partido político, pero a la que le ha servido su apellido como carta de presentación para que el pueblo no dude de que son capaces de dirigir sus vidas.

Salvando las distancias, físicas y simbólicas, también en la provincia de Cádiz hay una serie de apellidos que imprimen carácter. Llevar detrás del nombre Perales, Saucedo o Aido no tiene por qué marcar especialmente a la persona que lo porta, pero sí lo hace si esta ha crecido a la sombra de un padre socialista.

En Cádiz, pero también en Andalucía y en el conjunto del país, el PSOE ha estado emparejado a estos apellidos antes y después de la llegada de la democracia. También a los Román, Blanco o Pizarro, siempre con una referencia inevitable al Clan de Alcalá, aquel que desde un rincón de España movió los hilos del Partido Socialista durante años y que aún hoy sigue teniendo una importante influencia, especialmente a nivel andaluz.

Al igual que pasó con los Nehru-Gandhi, alguno de sus dirigentes ha muerto, otros directamente se han inmolado, y a alguno, hasta hay quien se lo quiere quitar de en medio. Pero también, como pasa en la India, hay nuevas generaciones de la gran dinastía dispuestas a ocupar el espacio dejado por sus antecesores. La diferencia es que mientras que los miembros del Clan de Alcalá se reunían en un campo de La Janda o en un piso del barrio de La Laguna en la capital, sus sucesores se ven en despachos, en ministerios, poniendo la cara para la foto pero sin jugársela en las duras refriegas de la política rasa.

Es una generación mejor formada que la anterior, con carrera, con másters, con muchas más horas de despacho y muchas menos de calle y que está llamada a dirigir a la militancia socialista gaditana a medio plazo.

Esta generación tiene una cabeza visible indiscutible: Bibiana Aído. Para muchos en el partido es la gran baza de futuro, no solo a nivel provincial, sino también autonómico. Nació en el año 1977 en Alcalá de los Gazules, localidad de la que su padre, Francisco Aído, fue el primer alcalde democrático. Es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Cádiz, completando su formación en la Universidad de Northumbria de Newcastle (Reino Unido). Empezó en política pronto, a los dieciséis años. Nunca fue concejala de un ayuntamiento -aunque lo intentó en Cádiz-, tampoco parlamentaria andaluza -que también lo intentó-, pero alguien debió ver que apuntaba maneras y en 2003 fue nombrada delegada provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz, para pasar, en 2006, a dirigir la Agencia Andaluza del Flamenco.

Y de ahí dio el gran salto en 2008, cuando fue nombrada primera ministra de Igualdad de la historia de España. En este cargo tuvo que enfrentarse a críticas demoledoras, siendo el rostro de algunas de las leyes más progresistas y polémicas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Desde la desaparición de su Ministerio ocupa la Secretaría de Estado de Igualdad.

Desde su posición en Madrid asegura que no tiene en proyecto dedicarse a la política municipal, pero si lo hace llegará a su agrupación, la de Cádiz capital, con un buen cartel y con poco desgaste en las batallas locales. Sea lo que sea, en círculos socialistas se da por hecho que será la próxima secretaria provincial del partido. González Cabaña lo sabe y públicamente no hace sino alabar su trabajo. Sus relaciones son cordiales, aunque la alcalaína se escapa de «su rebaño». Cada vez que aparece en un acto público en la provincia sus compañeros se dan empujones por salir con ella en la foto, saben que algún día esa imagen puede ser muy valiosa. «Voy a saludar a Bibi», se escuchaba hace poco a algunas dirigentes del PSOE en un acto en Cádiz, que siempre viene bien dejar claro ante los compañeros-competidores que se apuesta por el caballo ganador.

Pero no es la exministra la única que se está forjando con armadura dorada. Hay otros jóvenes socialistas llamados a tener puestos de relevancia en Cádiz en los próximos años. La mayoría de ellos, apadrinados por la propia Bibiana y con un elemento común: si se deciden por la política municipal, llegarán a Chiclana, Cádiz o Jerez con frescura y con prestigio.

Saucedo

Cristina Saucedo es otro de los valores emergentes del socialismo provincial. Su padre es Sebastián Saucedo, subdelegado del Gobierno en Cádiz y que también fuera alcalde de Chiclana y delegado provincial de Cultura y Medio Ambiente de la Junta. Esta pedagoga nacida en Chiclana en el año 1978 es actualmente subdirectora general del Instituto de la Mujer. Su experiencia política previa a su desembarco en Madrid pasa por haber sido concejala del Ayuntamiento de Chiclana desde 2004 hasta 2007, después de entrar en la corporación tras la marcha a la Junta de Andalucía del actual delegado del Gobierno andaluz en Cádiz y por entonces alcalde de la localidad, Manuel Jiménez Barrios.

Su apellido le avala, pero además en el seno del partido se le considera una política hábil y que ha crecido mucho en los últimos años.

Alconchel

Otro joven socialista gaditano con un cargo importante a nivel institucional es Gabriel Alconchel. Este jerezano nacido en 1978 y con dos licenciaturas en Periodismo y en Ciencias Políticas y Sociología es director general del Instituto de la Juventud. También llegó a Madrid de la mano de Bibiana Aído, con quien ya trabajó en la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco. Es prácticamente virgen a nivel de político municipal, habiéndose mantenido a una distancia prudencial de las constantes marejadas de su agrupación local. Sin embargo, sí ha ocupado varios cargos a nivel provincial, donde ha sido secretario de las Juventudes Socialistas y es miembro de la Junta Ejecutiva Provincial y Miembro del Comité Director del PSOE de Andalucía.

En Jerez se le tiene en cuenta de cara a las municipales de 2015, buscando en él al posible elemento que aglutine a una familia muy desunida desde hace años.

Perales

Y no en Madrid, sino en Sevilla, aparece otro de los apellidos ilustres del socialismo gaditano, quizá el más prolífico: Perales. Raúl es hijo de Antonio Perales, gerente del Plan Bahía Competitiva e histórico miembro del Clan de Alcalá. Nació en el año 1979 y criado entre Alcalá de los Gazules y la capital gaditana, es licenciado en Psicología por la Universidad de Sevilla y tiene un máster en Gestión de Recursos Humanos. Su experiencia política se reduce a su militancia en las Juventudes Socialistas, donde ha ocupado diversas responsabilidades a nivel autonómico y estatal. Desde 2009 es director del Instituto Andaluz de la Juventud dependiente de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía.

En el PSOE gaditano hay un clamor que pide savia nueva. Ellos son los mejor posicionados, pero su don puede ser también su maldición. No siempre el ser conocido por un apellido abre puertas, también las puede cerrar. El recelo de unos y el temor al «más de lo mismo» de otros son su principal obstáculo. No obstante, como en la India con los Nehru-Gandhi, el pueblo es quien se encargará de ponerlos o quitarlos del sitio que les pueda pertenecer en el futuro. El pueblo, y quienes sí saben de municipalismo, como Irene García, Fernando López Gil o Rafael Quirós. Quizá a ellos, a pesar de ser valores seguros, sí que los fulmine la bancada contraria de sus respectivos plenos antes de llegar a la cima orgánica.