Los Lakers ganan entre la épica y el drama

Definitivamente, estos Lakers son distintos al equipo que languidecía en las semanas anteriores al All Star. Aunque sigue arrastrando sus habituales momentos de apatía, la franquicia angelina despertó su instinto ganador tras el fin de semana de las estrellas, y se ha disparado de nuevo entre las apuestas de los máximos favoritos al anillo.

Si el partido anterior fue capaz de superar el mal juego ante un incómodo rival como los Blazers para acabar sumando la victoria 50 de la campaña, el último choque demostró que el campeón puede elaborar el mejor baloncesto del mundo, caer en la desidia, levantarse ante la derrota casi segura, sufrir durante 63 interminables minutos, y pasar del drama a la épica, para añadir una muesca más a su sección de hitos en el libro púrpura y oro de su historia.

Ante los Suns de Phoenix la escuadra dirigida por Phil Jackson se impuso en el mejor partido de la temporada y superó a su rival por 139 a 137, después de tres prórrogas, algo que solo los más veteranos seguidores de los Lakers habían podido ver, ya que desde 1969 no se producía una situación igual jugando como local.

Kobe Bryant volvió a sacar el traje de superhéroe del armario y se olvidó de su maltrecho tobillo izquierdo para protagonizar su actuación más brillante del año, destacando entre la pléyade de estrellas angelinas, que también decidieron festejar con fuegos artificiales la 'Noche Latina' -la celebración con la que la NBA rinde homenaje a la comunidad hispana en Estados Unidos y en la que todos los equipos ponen en sus camisetas delante del nombre de la franquicia el adjetivo 'los' para castellanizarlo-. El escolta de los Lakers anotó 42 puntos, entre ellos cinco de los nueve logrados por los suyos en el definitivo último periodo extra del encuentro. Los otros cuatro fueron obra del intenso Artest -acabó con 18-. Además, Bryant añadió a sus estadísticas doce rebotes y nueve asistencias, a una del triple-doble.

Gasol, decisivo

Los Suns tuvieron sus opciones de la mano del canadiense Steve Nash, magistral en la dirección y que firmó de 19 puntos y 20 asistencias. Primero remontaron 21 puntos de desventaja en la segunda parte y, con dos triples en apenas un minuto, forzaron la primera prórroga. En ella, también tuvieron la sangre fría y, de la mano de Channing Frye, se dieron una nueva oportunidad.

En esta ocasión, fue Phoenix el que no aprovechó su ocasión y Pau Gasol se encargó de alargar cinco minutos más el enfrentamiento. El pívot español, que permaneció 52 minutos sobre la cancha y completó un sólido trabajo -24 puntos y trece rebotes-, tiró de experiencia y no se amilanó para anotar los dos tiros libres que colocaron el marcador en 130 iguales.

Kobe Bryant decidió entonces asumir su liderazgo y acaparó el ataque angelino. Su apuesta esta vez salió cara y cerró el choque definitivamente a favor de los suyos.

Lamar Odom, con 29 puntos y 16 rebotes, respondió a los piropos de su técnico -Phil Jackson lo había calificado como una de las piezas fundamentales en los dos campeonatos anteriores-, y fue la pareja perfecta de Gasol bajo los aros ante la nueva ausencia de Bynum por sanción.