Economia

El ritmo de crecimiento de España se ve comprometido por la inestabilidad mundial

Los expertos evalúan los impactos de las revueltas del Norte de África y las secuelas de las tragedias natural y nuclear de Japón

MADRID. Actualizado: Guardar
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La economía española no va a retroceder, pero vuelve a ver comprometido su crecimiento. En este diagnóstico coincidieron dos economistas de diferente orientación, Emilio Ontiveros (Analistas Financieros Internacionales) y Juan Iranzo (Instituto de Estudios Económicos), en la presentación del balance anual que elaboran profesionales de prestigio por encargo del Colegio de Economistas de Madrid. La tasa de expansión del Producto Interior Bruto, que el Gobierno mantiene en el 1,3% para este año, se verá reducida, apuntaron.

Reconocieron que todos los pronósticos se enfrentan a un grado de incertidumbre nunca conocido. Buena prueba de ello son los cambios que en las expectativas de comienzos del ejercicio han introducido factores como las revueltas en el Norte de África y los países del Golfo y la catástrofe natural en Japón, con su dramática secuela de incidentes nucleares. Sin haber superado del todo las secuelas de las crisis inmobiliaria, financiera y de la deuda soberana, el mundo desarrollado, y ahora también el emergente, se enfrentan a la nueva convulsión energética y a una potencial contracción de la actividad.

El encarecimiento de las materias primas -alimentos y energía- se vio acentuado con las movilizaciones de Egipto, Argelia y Libia. Por sorpresa, reconoció Ontiveros, el Banco Central Europeo anunció su intención de combatir potenciales tensiones inflacionistas con una subida del precio del dinero en la zona euro.

Pero la tragedia natural de Japón y la afectación de los reactores nucleares van a tener consecuencias igualmente inesperadas: subirá el endeudamiento nipón, que pondrá a trabajar su gasto público, el precio de la energía se puede ver modificado por una nueva moratoria nuclear generalizada y las expectativas de una reducción de la demanda ya están incidiendo sobre la cotización del crudo.

Ontiveros e Iranzo trasladaron estos impactos a la convaleciente economía española.

En el turismo, la crisis del Magreb ya está desplazando viajeros internacionales a destinos españoles, y el horizonte se ha visto despejado desde el momento en que se disiparon los nubarrones provocados por la amenaza de huelga de los empleados de los aeropuertos. No obstante, ya se percibe que, este año, los turistas gastan menos. El terremoto de Japón, por otra parte, recortará sensiblemente la cifra de 200.000 turistas japoneses, en su mayoría de alto poder adquisitivo, que se desplazan a España cada año.

El muy elevado endeudamiento público nipón podría subir cuatro puntos, desde el 204% del Producto Interior Bruto hasta el 208%, apuntaron. Pero los 'números rojos' de la administración japonesa siempre se han cubierto con el ahorro nacional, y ya se están haciendo notar los efectos de las primeras repatriaciones. La fuerte revaluación del yen -consecuencia del acopio que llevan a cabo las reaseguradoras para atender al pago de los siniestros- podría ir en paralelo a una depreciación adicional del dólar y la consolidación del valor del euro. En el escenario mundial, el crecimiento se verá ralentizado.

Para España, la continuidad de un euro fuerte y el debilitamiento de los principales socios comerciales perjudica a las exportaciones, que constituyen la gran esperanza en el proceso de recuperación. «Buena parte de nuestra confianza descansaba en el sector exterior», reconoció Ontiveros.

El otro cambio trascendental que puede derivarse de los últimos acontecimientos afecta al sector energético. Con una dependencia exterior próxima al 80%, para España es muy importante la evolución del precio del crudo, y la escalada originada por las revueltas en el norte de África y el Golfo se ha visto atemperada por la expectativa de un menor crecimiento de las áreas desarrolladas, y en particular de Japón y de algunos países del Sudeste Asiático.

La otra derivada de la tragedia nuclear nipona es la puesta en cuestión del 'parque' de generación en España. La prolongación de la vida útil de los reactores atómicos, una opción abierta tras la enmienda introducida en el Parlamento, aparece ensombrecida por los acontecimientos. El presidente del Instituto de Estudios Económicos, que habló en su nombre y en el de la institución, abogó por esta posibilidad, y defendió la instalación de nuevos reactores de seguridad pasiva -los modelos que ahora construyen Areva, General Electric, Westinghouse- en los actiales emplazamientos.

Los dos expertos pusieron el acento en la posibilidad de que el Banco Central Europeo aplace la anunciada subida del precio oficial del dinero en la zona euro. La necesidad española de relanzar el consumo de las familias y de animar la inversión empresarial se verá seriamente comprometida con una subida de los tipos de interés, y las reservas ahora planteadas por algunos responsables de bancos centrales pueden alejar esta opción.

Desde el punto de vista productivo, las recientes crisis ofrecen más oportunidades que riesgos. Cinco de las diez mayores empresas constructoras del mundo son españolas, evocó Iranzo, y pueden ser agentes muy activos en las tareas de reconstrucción de Japón.