Los trabajos acabarán con los problemas en la capilla de Desamparados. :: EVA LINDBERG
CÁDIZ

La Castrense espera poder reabrir sus puertas en 15 días

Las obras de urgencia en la iglesia encaran su recta final con la reparación de las partes dañadas de la instalación eléctrica

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El paréntesis en el que se ha visto sumido la iglesia del Santo Ángel por exigencias del guión llegarán a su fin en 15 o 20 días. Esa es la previsión que realiza el párroco de la Castrense, César Sarmiento, para el fin de las obras de urgencia que acabarán con el cierre por riesgo de derrumbes del templo de la plaza Fragela. Una noticia sujeta a cierta cautela de posibles cambios pero que supondrá la normalización de la vida parroquial de la iglesia, cerrada desde el pasado mes de noviembre.

En concreto, la Comandancia de Obras del Ejército ejecuta el arreglo de parte de las cubiertas de la nave izquierda del templo, aquejada de importantes filtraciones que llevaron al cierre por riesgo de derrumbe. Además, estos trabajos de urgencia han acabado con el estado precario que presentaban las cubiertas de la capilla de Desamparados, con las bóvedas desnudas desde que un desplome a mediados del año anterior la dejó inutilizada.

Estas dos actuaciones en la zona alta de la iglesia han tenido su continuación con otros trabajos que se están realizando en estos días. La Comandancia de Obras está subsanando los desperfectos en la instalación eléctrica que ocasionaron las filtraciones y humedades de estos meses pasados.

Las obras -que han contado con un presupuesto de 50.800 euros- encaran así su recta final por lo que Sarmiento espera que la iglesia pueda reabrir sus puertas a mediados de la Cuaresma. Esto permitiría que las hermandades allí radicadas (Desamparados, Santo Ángel y Expiración) puedan retomar el culto público a sus imágenes.

Algo que era especialmente importante para la única hermandad de penitencia, Expiración, que está pendiente del fin de los trabajos para poder celebrar sus cultos cuaresmales y la salida procesional del Viernes Santo. Todo parece indicar que, finalmente, la hermandad no tendrá problemas para celebrar sus cultos internos y externos.

Arreglo temporal

En cualquier caso, los trabajos que ahora se efectúan en la Castrense suponen un parche de un mal mayor que en la parroquia esperan que se subsane antes de que concluya este año. Al menos así se comprometió Defensa al prometer la rehabilitación integral del templo para antes de que concluya este ejercicio económico.

En principio, la futura intervención tendría que terminar con dos de los grandes males que experimenta el templo castrense más antiguo de España: las cubiertas y la instalación eléctrica. Ya que las actuaciones que se llevan a cabo ahora «son arreglo inmediato y parcial», como puntualizó Sarmiento. A estas intervenciones futuras se sumarían otras de importancia y necesarias como la solería o el resanado de los muros.