Caballero Bonald reconoce que añora los días en los que salía a navegar por la Bahía. :: L. V.
Sociedad

Una nueva antología recoge al Caballero Bonald más nocturno

Aurora Luque, que firma el prólogo, recopila los poemas del escritor jerezano que hacen alusión a la noche y el mar

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tanto la noche como el mar están muy presentes en la producción literaria de José Manuel Caballero Bonald. La primera, es «aventura, incertidumbre...» y la segunda, «libertad». «Siempre he sido un nocturno», reconoce el propio poeta. Precisamente, esta faceta es la protagoniza el espíritu de 'Ruido de muchas aguas', una antología que recoge los mejores nocturnos del autor y que es el resultado de la selección de poemas que ha hecho Aurora Luque, directora del Centro Cultural Generación del 27, que también firma el prólogo del libro. La obra está publicada por Visor, dentro de su colección 'Palabra de honor'.

«Es una antología temática», apunta el escritor desde su residencia madrileña, quien, pese a sus 85 años, hace gala de una lucidez y una agilidad mental envidiable. «La noche siempre ha sido un tiempo de atractivo y sugestiones». Para él, que trabajó mucho después del ocaso, la noche ha sido siempre «hospitalaria y productiva». Pero, ¿por qué los fantasmas, las dudas y la incertidumbre siempre se apoderan del alma en ese momento del día? «Es una metáfora, la falta de luz, cuando uno no ve claro...». Su poesía, tal como él mismo afirma, siempre fue una búsqueda en medio de las tinieblas. Eso sí, esas mismas tinieblas nunca le han producido temor ni desazón. Las dudas son «un acicate, un aliciente para no permanecer callado». Pese a su avanzada edad, sigue buscando respuestas. Para el autor, la experiencia no es sinónimo de seguridad y certeza. «A medida que uno se hace viejo, aumentan las dudas. Pero cómo digo yo, el que esté seguro de todo y no se equivoque nunca es lo más parecido a un imbécil». En este sentido, las dudas animan a seguir trabajando, «buscando claves a los enigmas» de la existencia humana.

Para un escritor que autodefine como «meditabundo y reflexivo», la búsqueda es fundamental.

La antología que ahora ve la luz está dividida en dos grandes apartados, 'Cicatrices en la cara del mar' y 'En los destiempos de la noche'. En el primero, Aurora Luque entresaca de diversas obras del autor un total de 63 poemas en los que aparece un Caballero Bonald como hombre de mar. Y es que hasta hace algunos años, el escritor jerezano solía salir a navegar, una de sus grandes pasiones. «Navegar a vela exige moverse mucho a bordo. Todo lo que ocurría lejos de la tierra para mí tenía otro sentido, me hacía ver todo de otra manera...».

Pese a su amor por el océano, reconoce que ya no le importante tanto vivir lejos del mar. «Ahora mi relación con él es como un mero observador». Siempre le han deleitado los sonidos de los barcos entrando por el Guadalquivir desde Sanlúcar, especialmente el rumor que imprimían a la inquieta noche. Reconoce que ahora se limita a observar los movimientos de los navíos desde la ventana de su casa cercana a Doñana, protagonista también de muchos de sus textos.

Caballero Bonald ya tiene casi terminado su próxima obra, que verá la luz probablemente antes de diciembre. Según ha indicado, será «una especie de memorias poetizadas, con sus correspondientes injertos de ficción, canalizadas a través de un sistema de versículos que no he usado nunca antes». Se tratará de un libro «de carácter reflexivo, de exploración en la intimidad en busca de respuestas», ya que las preguntas siguen siendo muchas. Ese es el motor que impulsa al literato a crear sus sugestivos versos.