Galliano desfila a comisaría

Nadie puede negar que a John Galliano le gusta dar la nota. No hay más que fijarse en el cierre de todos sus desfiles, en los que el diseñador gibraltareño (su madre es de La Línea de la Concepción) acostumbra a lucir estrambóticos disfraces y hechuras que hacen las delicias de los reporteros gráficos. Pero en esta ocasión al 'enfant terrible' de la moda se le ha ido la mano, o mejor dicho la boca, y ha acabado desfilando hasta comisaría tras protagonizar un altercado en un bar de París. De nuevo de actualidad, pero ahora por una florida colección de «insultos antisemitas y racistas» contra una pareja que, además de su arresto, le ha costado su puesto de trabajo. Dior, casa de la que es director creativo desde 1996, ha decidido suspenderle de sus funciones hasta que se aclare lo sucedido.

Todo comenzó el pasado jueves alrededor de las nueve de la noche en la terraza de un local situado en el barrio de Le Marais. Según fuentes policiales, Galliano, que para esa hora ya se había perfumado en exceso -dio 1,1 en la prueba de alcoholemia a la que fue sometido en comisaría-, se encaró con una pareja sentada junto a él y comenzó una acalorada discusión. Sólo hay que observar los diseños de Juan Carlos Antonio Galliano Guillén (su verdadero nombre) para saber que no es un tipo frío y comedido, así que en ese momento recurrió a ese estilo tan excesivo y temperamental que le caracteriza. «Sucio cara de judío, deberías estar muerto» y «cabrón asiático, te voy a matar» fueron las lindezas que lanzó a la pareja, que le denunció por «agresiones leves e insultos antisemitas y racistas».

Todavía no se sabe por qué empezó la disputa ni si el modisto conocía antes a la pareja, pero el incidente puede suponerle al gibraltareño, de 50 años, su expulsión del olimpo de la Avenue Montaigne. «La Casa Dior afirma con la mayor firmeza su política de tolerancia cero respecto a cualquier declaración o actitud antisemita o racista», señaló el presidente de la empresa, Sidney Toledano, que también anunció la suspensión de Galliano de sus funciones «a la espera del resultado de una investigación».

El abogado del diseñador, Stephane Zerbib, negó ayer con vehemencia las acusaciones contra su cliente, que fue puesto en libertad a las pocas horas, y advirtió de que «tomará acciones legales contra los que lo han acusado de antisemitismo». Si al final tiene razón, Galliano podrá presentar el próximo viernes su colección otoño/invierno 2011 y cerrar el desfile disfrazado de gendarme, presidiario...