El plan se encuentra aún en una primera fase de información y obtención de datos de cada centro. :: L.R.
Ciudadanos

La Policía entra en las aulas para reducir el absentismo escolar

Una veintena de agentes vela por la seguridad en colegios e institutos y combate el vandalismo y el consumo de drogas

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Diecisiete casos de absentismo escolar en menos de un mes de investigación. Los alrededor de treinta centros educativos de El Puerto no tienen este problema entre sus lastres más importantes. Pero no por ello el dato deja de ser negativo. El menudeo de droga en las inmediaciones de los colegios es otro de los puntos negros de la ciudad. Así lo consideran desde la delegación municipal de Policía Local, que ha puesto en marcha una iniciativa pionera en la provincia: el Plan de Seguridad Escolar.

El objetivo es fomentar el cumplimiento de las leyes que tocan de cerca el ámbito de la docencia y eliminar los problemas que perjudican el ejercicio de la educación. Y esto abarca desde la asistencia obligatoria a clase, el control sobre el menudeo de droga, los actos vandálicos, el acoso escolar... Para ello, la Jefatura ha designado a una veintena de agentes que se reparten por distritos con varios centros asignados para cada patrulla. Se creará así la figura del policía- tutor, que estará en continuo contacto con la dirección del centro para efectuar un seguimiento de las problemáticas que le afecte. Son los mismos agentes asignados al Plan Integral de Barriadas, que tan buenos resultados está dando en El Puerto. «Se trata de optimizar recursos. De aprovechar ese trabajo que hacemos con las asociaciones de vecinos, de comerciantes... y extenderlo hacia los colegios». El subinspector Manuel Muñoz explicó que el programa se encuentra ahora en una primera fase de información, consistente en la elaboración de una ficha de cada centro.

Esta mañana toca el Sericícola, en la Zona Norte. Su jefe de estudios, Julio César Sánchez, atiende a los agentes y les asegura que de los 700 alumnos que estudian en el centro solo tienen tres casos absentismo, y que estos ya se encuentran controlados por la Comisión de Absentismo del ayuntamiento. Pero antes de llegar a este punto, la Policía realiza un trabajo previo: levanta un parte y localiza a los padres para recordarles la obligatoriedad de que sus hijos asistan a clase. Como ejemplo, el caso de tres menores residentes en la barriada de Los Milagros. «Según los padres, estaban a la espera de que la asistenta social les comunicara el centro asignado. Habían llegado de Barcelona». En el caso de que exista reincidencia, derivan el problema al ayuntamiento, que a su vez lo pone en conocimiento de Bienestar Social, de la Junta. El último eslabón de la cadena es la retirada de la custodia, un punto al que se llega en casos muy extremos.