La investigación salva a las almadrabas durante dos años

El futuro de las almadrabas parece hoy un poco más claro que ayer, después de que la patronal del sector y los representantes de las empresas que gestionan los caladeros se reuniesen ayer en Madrid con los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino. En dicho encuentro, el Instituto Español de Oceanografía confirmó al sector que las almadrabas gaditanas de Tarifa, Barbate, Conil y Zahara serán durante los dos próximos años el campo de estudio científico para conocer la evolución de la especie, y determinar el estado en que se encuentra el recurso (índice de abundancia).

Dicho de otra forma, los científicos utilizarán los atunes que capturen las almadrabas cuando éstas alcancen el tope máximo de capturas (663 toneladas a día de hoy). Esos ejemplares 'sobrantes', una vez sean marcados y analizados, serán devueltos al mar con vida. Este trabajo de colaboración con el IEO, como ya ocurriera el pasado año, permitirá a la pesquería mantener la actividad cuando se acabe el cupo máximo de capturas que le corresponde, y por tanto, los pescadores podrán completar sus días de cotización por temporada.

Desde las almadrabas se considera «positivo» este anuncio, y se confía en el «compromiso» que las administraciones competentes han mostrado para lograr el mantenimiento de la actividad y de todos los puestos de trabajo que genera el sector, así como para permitir que el negocio sea rentable.

Desde la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba no lanzan las campanas al vuelo. «Hay que hacer números. Vamos por el buen camino, pero el nivel de cuota que tenemos sigue siendo muy bajo», explicaba ayer su responsable, Diego Crespo. En las próximas semanas están previstos nuevos contactos con Medio Ambiente, al objeto de concretar esta colaboración.