Rebajas, pensiones y felicidad

Hoy nos lanzaremos a las rebajas. Estamos en crisis pero el consumo, digan lo que digan, como cantaba Raphael no para. Seguimos viendo las tiendas llenas, largas colas para pagar y carros hasta los topes. Las calles del centro concurridísimas al igual que las grandes superficies. Bares y cafeterías con numerosos clientes a pesar de las comilonas pasadas. Luego vendrá, como es normal, una bajada en el consumo loco y desenfrenado, que caracteriza a estas fechas llamadas tradicionales, pero que han desembocado, desde hace mucho tiempo, en excesos. Por otro lado está bien que así sea, ya que otros viven de lo que nosotros gastamos. Pero comerciantes y hosteleros, ¡no se me quejen tano! a menudo les oigo 'llorar' y todo les parece poco; ¡con el margen de ganancias que les queda! Se me lamentaba uno de ellos a la puerta de su establecimiento lleno: «Ya vendrán las vacas flacas». Pero, ¿qué vacas? Si en ná está aquí la Semana Santa con sus estrenos y la clientela en la calle. Al poco la Feria con todos sus gastos. Y puestos así como el tiempo vuela tan rápido como la imaginación; el verano: ¿dónde ir?, ¿qué alquilar? No corras tanto chiquilla, me dice. No, si yo no corro, corre el tiempo. Y la página se me acaba.

En fin que entre fiesta y fecha cada uno recibe lo suyo, pues la cosa del consumo, como en la lotería, está muy repartida, pero no me diga que no nos pasamos 'toíta' la vida pagando. Por cierto, que al final de esta cuesta de enero, el día 28, es la fecha marcada en el calendario como norma legal para la reforma de las pensiones. A su vez, los sindicatos amenazan con otra huelga general y el Gobierno les responde que no pueden vivir «en una burbuja». Lamentablemente, nuestras pensiones están en el aire: sin embargo los diputados y otros políticos se las han blindado. También los prejubilados -con 55 años- de las cajas disfrutarán su descanso laboral con sueldos íntegros. Dinero que por otro lado les facilitó el Gobierno para inyectarles liquidez. Sin embargo, serán, seremos, los curritos los que, al parecer, debemos salvar a España, mientras otros las disfrutan.

Mire, mejor nos vamos de rebajas. Así mientras otros ganan en ventas nosotros ganamos en.¿en qué ganamos nosotros? No sé, dicen los expertos que nos da felicidad, aunque sea transitoria pero felicidad al fin.