Imagen de la zona finaciera de Shanghai (China). :: AP
Economia

Una agencia china de 'rating' desafía el dominio anglosajón

Dagong considera que Estados Unidos está amenazado de quiebra, por lo que acaba de rebajar la calificación de su deuda soberana

PEKÍN. Actualizado: Guardar
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Harta de que las agencias de calificación financiera anglosajonas dicten la ley, China saca a relucir la suya, Dagong, que asegura que es independiente, aunque según los analistas eso tendrá aún que demostrarlo. Recientemente, se distinguió por considerar que Estados Unidos está amenazado de quiebra. Poco después de que Washington anunciara a comienzos de noviembre la inyección de 600.000 millones de dólares para apoyar la recuperación económica, Dagong Global Rating Co. Ltd degradó de 'AA' a 'A+' la nota de la deuda soberana estadounidense.

La agencia china justificó su decisión por «el deterioro de la capacidad de rembolso y el declive drástico de la voluntad del gobierno (estadounidense) de rembolsar sus deudas».

Dagong estima que la política monetaria estadounidense consiste en devaluar el dólar para reducir la deuda del país, y que «esa medida ha perjudicado gravemente los intereses de sus acreedores», de los que China es el principal, al poseer 900.000 millones de dólares en bonos del Tesoro norteamericano.

Las notas atribuidas por las grandes agencias (Standard and Poor's, Moody's y Fitch) determinan las tasas de interés a las que un Estado o empresa piden dinero prestado en los mercados. Fitch es la única controlada por capital europeo, el holding Fimalac creado por el multimillonario francés Marc Ladreit de Lacharrière. Pese al elevado déficit estadounidense, las tres grandes agencias han dado siempre a Estados Unidos la mejor calificación posible, 'AAA', que le permite endeudarse a un coste bajo.

Estas agencias «dejan de lado dos principios fundamentales, que son saber si el país en cuestión tiene dinero y si puede crear valor», declaró el presidente de Dagong, Guan Jianzhong. «Sus normas descansan sobre una ideología, un sistema de valores y los intereses estadounidenses», considera. En Dagong, que cuenta con 500 empleados, 300 de ellos en Pekín, «hacemos nuestros análisis solo a partir de criterios de solvencia», asegura su presidente. «La independencia de Dagong no deja lugar a dudas. Somos una empresa privada y no recibimos apoyo del gobierno para nuestra actividad», añade. Fitch y Moody's no han querido expresar su opinión sobre su competidora china.

Fundada en 1994, en plena restructuración de las empresas estatales chinas, Dagong quiere ahora adquirir dimensión internacional, en un momento en que el gobierno anima a las empresas chinas a implantarse fuera. La agencia ya ha evaluado la solvencia de más de 50 países, y quiere llegar a 150 en 2012.

El sector de las agencias de calificación «se va a hacer mucho más competitivo», pronostica Patrick Chovanec, profesor de economía en la Universidad Tsinghua de Pekín. Este ex banquero saluda la diversidad de puntos de vista que aporta Dagong, aunque no comparte todos sus métodos de evaluación.

La credibilidad de las grandes agencias de 'rating' se vio afectada con la crisis financiera que no supieron prever. Pero cualesquiera sean las cualidades de Dagong, «hace falta tiempo para establecer la credibilidad», destaca Kristine Li, analista de crédito en el Royal Bank of Scotland en Singapur.