CÁDIZ

Un kilo de protesta para cuarto y mitad de solidaridad

Los funcionarios dejan a un lado los gritos en la calle para ayudar al banco de alimentos como muestra de queja por la reordenación del sector

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Diez y media de la mañana del sábado. Tiempo gris que no acompaña pero aún así un pequeño grupo de funcionarios formado por una veintena de personas, deciden seguir con sus protestas contra el decreto de reordenación del sector público andaluz. Sobre todo porque está tiene un carácter social muy necesario en las fechas navideñas. «Queríamos hacer algo más que salir a la calle a manifestarnos, sobre todo porque somos consciente de la necesidad que existe en estos momentos», afirma Manuel Alba integrante del grupo. «Nos preocupa la sociedad y sobre todo lo mal que lo están pasando la gente debido a esta crisis de la que no somos culpables», rezaba la convocatoria enviada días atrás.

Once de la mañana y poco a poco termina de formarse el grupo. Junto a un banco de la plaza se ve una pequeña montaña con azúcar, legumbres e incluso alguna que otra tableta de turrón. Mientras esperan al resto de compañeros, hablan del tema estrella en todas las concentraciones: el decreto 5/2010. Entre la veintena de personas se encuentran representantes de distintas administraciones: de la Agencia del Agua, de Empleo, de Agricultura... por lo que resulta imposible no preguntar cómo marcha las cosas en cada una de las dependencias de las administraciones autonómicas, si hay o no hay fecha para la remodelación. «En principio la nueva estructura de la agencias iba a entrar en vigor el 1 de enero de 2011 pero como quieren tramitarlo ahora como decreto ley parece que se va a retrasar», cuenta Alba. Esto les permite ganar algo de tiempo, un tiempo que consideran muy valioso e imprescindible para hacerse oír. «Si aprueban este trámite se podrá presentar enmiendas e igual podemos hacer presión, lo que está claro es que este tiempo se ha ganado gracias a las movilizaciones». Unas movilizaciones que la Plataforma de Empleados Públicos de Andalucía (PEPA) creada por la ocasión anuncia una y otra vez que no van a cesar hasta que no se dé marcha atrás.

Once y cuarto de la mañana y la veintena de funcionarios emprenden el camino hacia el banco de alimentos de la Zona Franca. Avanzan despacio, cargado con bolsas, pero contentos con la acción que van a realizar. Algunos llevan camisetas naranjas, color que se ha cogido como símbolo de la protesta, otros portan camisetas blancas con una cruz que simboliza la muerte de la Administración Pública. En el camino hay oportunidad de hablar de futuras movilizaciones. El martes volverán a concentrarse en la plaza Asdrúbal «aunque no sabemos si cortaremos la calle o no, depende del momento».

Mesas informativas

A lo largo de la mañana de ayer los funcionarios también participaron en dos mesas informativas, una en la plaza de Palillero y otra junto al Mercado Central para informar a la población del origen de sus protestas y de qué forma puede repercutir en la sociedad. «Los intereses que están en juego son comunes». La plataforma insiste en que «queremos que la gestión de esos intereses se realice conforme a la ley y con total trasparencia, por lo tanto, defendemos la Administración pública, nos oponemos a la opacidad de las agencias y demás entes instrumentales que tan alegremente gestionan y gastan el dinero de todos los ciudadanos».

Los funcionarios y personal laboral fijo matizan en cada uno de los encuentros que las protestas no se basan en la rebaja del 5% de su sueldos sino «en la forma que se está llevando la remodelación y la incorporación de los trabajadores a las agencias públicas, algo que aumentará sin duda los casos de enchufismo dentro de la Administración y perjudicará a todos los demás trabajadores».