Hace meses que el pago de las nóminas se complica, pero se abonan enormes sobresueldos. :: J. C. C.
Jerez

Varios trabajadores municipales cobran sobresueldos de hasta 3.500 euros

El Ayuntamiento gasta al año unos cinco millones de euros para pagar productividades a unos 200 empleados

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Descontrol, despilfarro, arbitrariedades y cifras desorbitadas. Todos esos pensamientos son los que pasan por la cabeza de los ciudadanos y de buena parte de los trabajadores municipales cuando se ponen sobre la mesa las enormes cantidades de dinero que tiene que destinar todos los meses el Ayuntamiento de Jerez a hacer frente al pago de las productividades que cobran algunos empleados. Y es que, según diversas informaciones a las que ha tenido acceso este medio, sólo en el Consistorio matriz -sin tener en cuenta las empresas municipales- se contabilizan casi dos centenares de empleados públicos que cobran este plus que, en algunos casos, puede ser de hasta 3.500 euros al mes.

En el seno de una institución donde las acusaciones de enchufismo están a la orden del día e incluso han llegado a los tribunales -como en el caso de los asesores-, y donde son frecuentes en los últimos tiempos las protestas de la plantilla por los retrasos en el cobro de las nóminas, muchos trabajadores siguen sin comprender cómo es posible que desde el ejecutivo local no se ponga freno de una vez a este desembolso en productividades, sobre todo cuando la información a la que ha tenido acceso este medio desvela que cada año se dedican casi cinco millones de euros a este concepto.

En concreto, un total de 24 empleados municipales cobran entre 2.000 y 3.500 euros al mes en productividades, es decir, como complemento a su sueldo. Si se computa la horquilla entre los 1.000 y los 2.000 euros al mes la cifra de beneficiados es de 36 personas, un número que sube hasta los 133 trabajadores si se analizan las productividades que van de los 500 a los 1.000 euros al mes.

En definitiva, se trata de un gasto enorme que, por si fuera poco, lleva años produciéndose. Y es que, tal como desvelan los datos internos del personal municipal que ha podido consultar este diario, la aprobación de estos pluses no es nueva, sino que se gestó hace tiempo -todos los partidos gobernantes han aplicado algunas- y es sin lugar a dudas uno de los motivos que han empujado a la ruina al Consistorio jerezano.

En esta misma línea, y además de los cientos de miles de euros al mes que suman estas productividades, uno de los aspectos más llamativos y sangrantes que pone de relieve la información a la que ha tenido acceso este medio es la arbitrariedad y la falta de criterios objetivos que se han utilizado para fijar este complemento, y que va en contra de la legislación y de las sentencias más recientes al respecto.

Como critican diversas fuentes de la plantilla municipal consultadas sobre este tema, la práctica habitual ha sido siempre utilizar este sobresueldo como un premio a la fidelidad, por lo que «sólo algunos privilegiados la cobran en pago a su afinidad a los distintos equipos de gobierno».

De esta forma, y tal como han denunciado incluso algunas centrales sindicales en alguna ocasión, hay un buen número de los casos estudiados en los que ni la cualificación ni siquiera el puesto profesional que desempeña la persona en cuestión justifican las desorbitadas retribuciones que se cobran.

Por poner sólo un ejemplo, se puede mencionar el caso de un celador del Área de Deportes que tiene un sueldo bruto anual de más de 35.000 euros y una productividad mensual de 600 euros, pese a que está adscrito en la categoría profesional del nivel D, es decir, que tiene una titulación equivalente al FP 1 o el Graduado Escolar. Otro ejemplo de lo desmedido y lo incoherente de este plus es el caso de un responsable del Área de Montes que ingresó según los datos del pasado año 2009 un bruto de más de 48.000 euros, a los que sumó una productividad mensual de 976 euros. Y todo eso pese a que sólo pudo acreditar la misma formación que el anterior, o lo que es lo mismo, la más básica titulación académica.

La tendencia se repite en muchos otros casos, como otro que se puede citar, el de uno de los altos cargos del Área de Fomento Económico que, pese a que sólo tiene formación de nivel C (bachiller o FP de segundo grado), cobra cada año 58.600 euros más los 1.574 euros de productividad de cada mes.

Y así, suma y sigue, según se desvela de los datos a los que ha tenido acceso este medio y cuyo análisis revela que, por si fuera poco, son precisamente las categorías C y D las que predominan entre los beneficiarios de este plus salarial, siendo mucho más minoritarios los casos de perceptores adscritos a la B (diplomado) o la A (el nivel más alto, de licenciado universitario).

Todos estos datos parecen explicar por qué la elaboración de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) es todavía una cuestión pendiente en el Consistorio jerezano. Y es que, más allá del hecho innegable de que tampoco el gobierno local y la Delegación de Recursos se ha dado demasiada prisa en tener el documento que justifique los salarios y las categorías profesionales en la institución, lo cierto es que también hay muchas reticencias a que salga adelante entre la parte de la plantilla que se beneficia de estos apreciables sobresueldos y que, con la RPT en la mano, tendrían pocos argumentos para mantener su estatus actual.

Por contra, entre el resto de la plantilla que no es perceptora de estos pluses -CTP denunció este verano que el 1% de la plantilla se embolsa el 20% de la productividad- el malestar es creciente ante la ausencia de la RPT.