El Puerto, concretamente el entorno de Valdelagrana, es uno de los puntos de esta práctica más transitados de la Bahía. :: MIGUEL GÓMEZ
EL PUERTO

El Ayuntamiento aprobará una ordenanza para acabar con la prostitución en la calle

Las meretrices y sus clientes tendrán que pagar hasta 3.000 euros de sanción si los sorprenden practicando sexo en la vía pública

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Las prostitutas no podrán esperar clientes a menos de doscientos metros de un centro educativo. Si son sorprendidas manteniendo relaciones en la vía pública, tanto ellas como sus acompañantes tendrán que pagar una multa de entre 1.000 y 3.000 euros. La mendicidad también tendrá su propia regulación, basada en el control y la intervención de los servicios sociales y el 'botellón' estará prohibido en toda la ciudad salvo en el parque Calderón y La Puntilla. Estas son algunas de las normas que recoje la nueva ordenanza de convivencia, que se mantendrá durante dos meses en periodo de alegaciones antes de su aprobación definitiva en el pleno.

La prostitución callejera, que tiene en El Puerto uno de los más importantes focos de la Bahía, será por primera vez sometida a normas y sanciones. «Hay que recordar que el trabajo de las prostitutas, a diferencia del proxelitismo, no está penado por ley y que tenemos que respetar ese techo. Hemos estado muy limitados por leyes superiores».

Literalmente, la ordenanza prohíbe 'ofrecer, solicitar, negociar o aceptar, directa o indirectamente, servicios sexuales retribuidos en el espacio público cuando estas conductas excluyan o limiten la compatibilidad de los diferentes usos del mismo'.

Primero habrá advertencia

Este artículo se refuerza en lo concerniente a los colegios y en ambos casos, los agentes de la autoridad advertirán a las prostitutas e incluso les informarán sobre la asistencia social y la ayuda a la que pueden recurrir. En el caso de que persistan en su actitud y que incurran en desobediencia, los agentes procederán a la detención. La multa económica puede ascender a 750 euros. La normativa se endurece cuando se trata de la práctica de relaciones sexuales retribuidas en plena calle. Aquí la sanción puede alcanzar los 3.000 euros y afectará tanto a la prostituta como su cliente. El alcalde, Enrique Moresco, explicó que la Ordenanza de Convivencia de la ciudad sigue el modelo de las aprobadas en Barcelona y Granada, que levantaron una intensa polvareda porque prohibía el ejercicio de la prostitución en la vía pública. «En algunas localidades han querido ir más allá y sus ordenanzas han sido recurridas y declaradas ilegales».

Igual que en Málaga

Precisamente la nueva ordenanza de convivencia de Málaga, que entra hoy en vigor, también castiga la prostitución en el mismo sentido que El Puerto: erradicar el ejercicio de esta actividad en los espacios públicos. Su redacción es casi idéntica y hace hincapié en la especial sensibilidad hacia los centros escolares. Otro de los aspectos más novedosos que recoge la ordenanza ataja otro problema de difícil solución: la mendicidad.

En este apartado son susceptibles de sanción desde las personas que, con apariencia de pedigüeños, encubran actividades organizadas que coaccionen o acosen a los transeúntes, pasando por los 'gorrillas' no autorizados, los 'limpiaparabrisas' o la ocupación de la calzada, de bancos públicos, etc. En este caso las multas pueden alcanzar los 400 euros. Ahora bien, también se recoge la posibilidad de permuta por la asistencia de los servicios sociales del Ayuntamiento o la asistencia a sesiones informativas en las que se les ofrezcan vías para salir de esta situación. La disposición en cuanto al 'botellón' viene a reforzar la ley autonómica, aunque los agentes contarán con más argumentos para desalojar a los jóvenes de las zonas no autorizadas.

Antes de su aprobación definitiva, la normativa, que se puede consultar en la web del Ayuntamiento, se someterá a varios debates con l oposición y con las asociaciones y a una campaña entre los vecinos para recabar alegaciones.