Potencias de oro coronarán al Señor de la Flagelación

No podían ser de plata, ni de metal plateado. No, porque se trata de la Amargura, y cuando esta hermandad se propone algo siempre aspira a las mayores cotas. No hacen nada nuevo los cofrades de la calle Medina, una de las hermandades con más categoría de nuestra Semana Mayor. Lo único que hacen es comprender su historia, su propio pasado, sus raíces, y no traicionarlas. La hermandad de la Amargura siempre ha buscado lo mejor, y así lo seguirá haciendo mientras exista.

Sin embargo, y pese a lo que muchos puedan pensar, no ha sido a golpe de talonario como la hermandad ha conseguido todo el oro necesario para realizar tres potencias en material de primera ley. Ha sido a corazonadas, a sentimiento puro hecho material precioso, como se ha conseguido reunir tanta cantidad como hiciera falta para que el Señor Flagelado, el que siempre acompaña a la eterna Virgen de la Amargura, pueda lucir, quién sabe si la próxima Semana Santa, nuevas potencias en oro en la tarde del Miércoles Santo.

Miguel González, actual hermano mayor de la hermandad y responsable de este proyecto, respira ilusión por los cuatro costados, puesto que lo único que falta para empezar a trabajar es una firma con Juan Borrero, de Orfebrería Triana. De nuevo la mano de Paco Yesa, como en su momento con la corona del Valle, se nota en la cofradía del Miércoles Santo que se ha decantado por este taller de reconocido prestigio recomendado por el capataz de la cofradía.

Orfebrería Triana

Un apretón de manos es lo único que hay en firme, aunque para Miguel González es más que «suficiente. El oro está guardado en una cámara de seguridad, a buen recaudo, y ahora estamos buscando la financiación para ejecutar la pieza, puesto que todo el oro está ya conseguido». De hecho, y como reconoce el máximo responsable de este proyecto, «la idea de realizar estas potencias no nace de esta Junta de Gobierno. Nosotros simplemente estamos llevando a cabo la ilusión de la cofradía».

La hermandad tuvo ayer una convivencia en las dependencias de la casa de hermandad donde degustaron guisos jerezanos en una cita dedicada principalmente a los costaleros, a los que se dirigió Paco Yesa como capataz general de la cofradía. Este acto sirvió para recaudar el dinero que todavía hace falta para ejecutar esta nueva pieza que mejorará el patrimonio cofrade de nuestra ciudad.