La fachada del inmueble, en un estado «lamentable». :: L. R.
EL PUERTO

El hospital San Juan de Dios, en ruinas, a merced de los inversores

El emblemático edificio tendrá uso hotelero y el Ayuntamiento obligará a que la empresa que gane su concesión se encargue de restaurarlo

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A San Juan de Dios ya le han salido varias novias. El edificio, uno de los más emblemáticos de la ciudad, ha sido catalogado en el nuevo Plan Especial de Protección del Casco Histórico (Peprich) con uso hotelero y algunas empresas ya han llamado a la puerta del Ayuntamiento. No obstante, la que se haga con su concesión, tendrá que restaurar un inmueble que, al menos en apariencia, presenta un grave estado de abandono y ruinas.

Sin embargo, fuentes del Consistorio portuense desecharon esta idea y aseguraron que el antiguo hospital no tiene problemas de desprendimiento. Y que en caso contrario, la delegación de Urbanismo ya habría tomado cartas en el asunto. Otros sectores de la vida pública portuense no piensan lo mismo. Así, el portavoz del PSOE y candidato a la alcaldía, Ignacio García de Quirós, cuestionó el estado en que se encuentra el edificio. No en vano, con la temporada de lluvias a la vuelta de la esquina, el aspecto de varias cornisas de las fachada es bastante dudoso. «No lo sabemos con total seguridad, porque tendremos que consultar con los técnicos. Pero es posible que incluso las termitas estén comiéndose la madera del interior».

Por otro lado, Izquierda Unida ha incluido entre sus alegaciones al Peprich una ampliación de la ficha sobre el hospital, porque consideran que no está lo suficientemente detallado y que esto merma su nivel de protección. El portavoz del grupo munipal de Izquierda Unida, Julio Acale, constató que el inmueble sí sufre graves problemas en su infraestructura y puso en duda la conveniencia de que su uso futuro sea de carácter privado. «La que fuera su dueña, Micaela Aramburu, lo donó a la ciudad con la condición de que fuera destinado a un uso social. Pero desde el Ayuntamiento se agarran a que ese supuesto ya ha caducado». Por el momento, el hospital de cuya capilla sale cada año la procesión de Los Afligidos, una de las de más arraigo entre los portuenses, mantiene su futuro vinculado a que una entidad privada esté dispuesta a invertir en su restauración. El Ayuntamiento confía en que su ubicación privilegiada, entre el paseo fluvial del Guadalete y el casco histórico, sume puntos. El Peprich será enviado a la Junta antes de final de año.