Imagen del cadáver de Jorge Briceño, el 'Mono Jojoy' distribuida por el Ministerio de Defensa. :: AFP
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La división interna descompone a las FARC

La delación de algunos guerrilleros y un GPS colocado en sus botas permitieron al Ejército colombiano localizar y abatir al 'Mono Jojoy'

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El 'Mono Jojoy' recelaba de los artilugios electrónicos y apenas usaba la radio para comunicarse. También temía una posible delación de alguno de sus secuaces tentados por las recompensas millonarias ofrecidas por el Gobierno colombiano. Tenía razón, porque Jorge Briceño, nombre del jefe militar de las FARC, murió por una combinación de los dos: un GPS colocado en unas botas especiales y la información de un delator facilitaron su caída y revelan el deterioro de la que hace apenas ocho años era la guerrilla más poderosa de América.

Las autoridades de Bogotá revelaron que llevaban cuatro años detrás del sanguinario estratega de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. El vicealmirante Álvaro Echandía destacó la «importancia de la inteligencia humana» para concretar la 'operación Sodoma' que acabó con el 'Mono Jojoy'. Según el militar, los guerrilleros desconfían de sus cabecillas y eso facilita su colaboración. «Esa es la única forma de llegar a estas estructuras», añadió.

El Gobierno conocía al detalle los movimientos del líder rebelde abatido. Sabía que tenía tres anillos de seguridad: 24 hombres a su lado, unos 90 a 100 metros y otros 500 guerrilleros a 500 metros. De nada le sirvieron. Las Fuerzas Armadas utilizaron la diabetes que padecía para acabar con él. Detectaron una comunicación en la que encargaban unas botas especiales para 'Jojoy' debido a las llagas que le producía su enfermedad en las plantas de los pies para interceptar el envío del calzado y colocarle un dispositivo de localización.

Sumado a los datos proporcionados por unos guerrilleros descontentos con su jefe se planificó el ataque. El bombardeo, según Echandía, destruyó la «estructura central de comando y control» y dejó la moral de los rebeldes por el suelo. En el campamento atacado se descubrió el cadáver de Briceño, además de 20 ordenadores, 78 memorias USB y tres discos duros con importantes datos de las actividades y planes de los insurgentes.

El cuerpo del hombre que sembró el terror en Colombia fue trasladado a Bogotá, junto al de otros seis guerrilleros, tres hombres y tres mujeres. La autopsia determinará si la gran herida que tenía en la frente y le produjo la muerte es de bala o de esquirlas de bombas. Los forenses declararon que el cuerpo estaba cubierto de lodo, pero llevaba un Rolex en la muñeca. Un lujo que se permitía mientras se escondía en las cuevas y túneles de sierra de La Magdalena, en el centro colombiano. Ayer, una supuesta misionera se presentó a retirar los restos del guerrillero que planeó los peores ataques e ideó los secuestros de políticos y militares 'canjeables'.

La página web de Anncol publicó tres comunicados de simpatizantes de las FARC. En uno de ellos, el Movimiento Guevarista Revolucionario indicaba que la CIA habría participado en la coordinación de la operación y lo titulaba 'Comandante Jorge Briceño, siempre caminarás con nosotros'. «La alimaña burguesa sedienta de sangre, se equivoca si cree que con un asesinato o con 10.000 podrá detener el avance imparable de los pueblos. Todos los días nacen nuevos Jorge Briceño», decía la nota firmada en la capital venezolana.