Los alumnos de la escuela taller, durante una de las clases sobre cepas de vid. :: J. M. A.
Chiclana

El futuro del vino chiclanero

La última iniciativa para incentivar al sector es la producción limitada de un caldo elaborado por alumnos de una escuela taller sobre vinicultura Tras la reducción de viñas los productores optan por diversificar su negocio

CHICLANA Actualizado: Guardar
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Como en todo, la botella del futuro del campo, las viñas y la producción vinícola puede verse medio llena o medio vacía. Lejos de visiones catastrofistas, y aunque en los últimos años el otrora principal motor económico de Chiclana se ha ido apagando a pasos agigantados (apenas quedan 600 hectáreas de vid), el sector todavía respira, y busca nuevas fórmulas para salir de su eterna crisis.

En los últimos meses algunas de las empresas productoras de caldos chiclaneros han optado por diversificar, elaborar nuevos productos como el vino tinto (poco usual en estos lares, que son más propicios para olorosos y vinos dulces), e incluso han optado por acondicionar sus lagares y bodegas para visitas de turistas o celebraciones varias.

Además de las estrategias de marketing privado, los viñistas están recibiendo el respaldo del Ayuntamiento. A las ayudas directas por viñas, cifradas en casi 100.000 a repartir entre los 300 socios de la Cooperativa Chiclanera, el Consistorio puso en marcha hace más de un año la novedosa escuela taller Viñas de Chiclana.

Esta, en la que participan una veintena de chicos y chicas que reciben asignación económica a la vez que formación específica, nació con un doble objetivo. Por un lado, buscar entre los jóvenes desempleados de la localidad la futura mano de obra del campo, y por otro, evitar que se pierda una de las tradiciones centenarias del municipio.

La experiencia está siendo todo un éxito. Prueba de ello es la creación de un nuevo vino de la variedad 'pale cream' (mezcla de fino y dulce) que será el resultado de su periodo de formación teórico y práctico. Este vino, que tendrá una edición especial y limitada, ha sido elaborado íntegramente por los alumnos de la escuela taller, y será regalado a las administraciones, instituciones y organismos que han hecho posible el desarrollo integral y completo de esta experiencia de cualificación profesional.

El nuevo caldo de mesa, que en un primer momento no se comercializará al público en tiendas, demuestra que la producción vinícola local no está tan estancada como algunos piensan, y que es cuestión de aprovechar los recursos, usar la imaginación y apostar por la innovación para salir adelante.

En Chiclana aún pervive la tradición vinatera en más de media docena de bodegas, que comercializan una treintena de vinos de muy diversa índole, con el moscatel como referente absoluto en.

Pero la mayor empresa del vino de Chiclana es la propia Cooperativa de Viticultores Chiclanera, que aglutina a unos 300 agricultores, y que produce anualmente más de 8.000 botas de mosto. El presidente de esta entidad, Manuel Manzano, asegura que la uva local tiene una gran calidad. Este 2010, la vendimia ha comenzado con buen pie en cuanto a cifras en la variedad de uva blanca, la sauvignon blanc.

Estos signos de recuperación hacen que el sector albergue esperanzas de que su futuro pase por la elaboración de productos de calidad tan apreciados en el mercado.