Luis León y Arroyo, a por la Roja en un peculiar inicio de la Vuelta a España

Si usted se acerca a Sevilla no le hará falta ninguna explicación para entender las razones por las que la primera etapa de la Vuelta a España comenzará este sábado a las 22.00 horas y finalizará alrededor de la medianoche. Con unas temperaturas de 45 grados a las 17.00 horas -por la noche refresca y baja a los 30- el horario habitual del ciclismo no se puede respetar en la capital andaluza, al menos a finales del mes de agosto, salvo que se monte un hospital de campaña en la llegada para tratar lipotimias, deshidrataciones o golpes de calor, como males menores.

La Vuelta a España, en la que habrá bonificaciones en todas las etapas menos en las dos contrarrelojs de 20,12 y 8 segundos en la meta, junto a 6,4 y 2 segundos en los sprints intermedios, comenzará con una contrarreloj por equipos de 13 kilómetros, totalmente llana, que se celebrará en el casco urbano de Sevilla, con salida en la Plaza de Toros de la Real Maestranza y final en la insigne Torre del Oro.

Un trazado urbano, sin dificultades técnicas, que tendrá como único fin buscar al primer líder. Un estreno que permitirá ver las maravillas de esta ciudad, que son muchas, al mundo, entre luces de distintos colores preparadas para la ocasión que se unirán a las habituales de Sevilla.

El maillot rojo que distinguirá al líder parece tener dos equipos con más posibilidades que el resto dispuestos a conseguirlo: el Caisse d' Epargne (Luis León Sánchez, David Arroyo y Rubén Plaza) y el Saxo Bank (Frank y Andy Schleck y Fabián Cancellara), sin olvidarnos del Liquigas (Kreuziger, Nibali y Bennati).

En condiciones normales uno de esos tres grupos debe vencer en una etapa en la que contarán los tiempos reales.

Más experiencias nocturnas

No es la primera vez que la Vuelta a España tiene un horario intempestivo. En la salida de la prueba en Murcia, en 1999, también hubo horario nocturno, con triunfo de Igor González de Galdeano.

Estamos ante una Vuelta a España engañosa, en la que sus seis llegadas en alto parecen indicarnos que la carrera debe de ser para un escalador. Es una falsa impresión: con una contrarreloj de 46 kilómetros a pocos días de llegar a Madrid, todo lo que un escalador vaya arañando en las llegadas en alto se puede perder en esa distancia, en tierras de Valladolid, siempre y cuando haya algún especialista, puesto que para cuando lleguemos a Peñafiel, Cancellara no estará en la carrera y todo quedará reducido a una lucha entre escaladores.

Tampoco parece que Cancellara pueda sacar tiempo en montaña a nadie. En definitiva, estamos ante una Vuelta a España abierta a las sorpresas, en la que sólo habrá dos corredores en la salida que saben lo que es ganar una carrera de tres semanas, Denis Menchov y Carlos Sastre.