El portero más famoso de la televisión vuelve a escena con una obra de teatro cómica. :: LA VOZ
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«Ha pasado la época en la que en el cine español sólo triunfaba la gente guapa»

El artista estrena mañana 'Piedras en los bolsillos' en el Festival de Comedias de El PuertoFernando Tejero Actor

CÁDIZ . Actualizado: Guardar
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Actor de vocación, transparente, amable, y con los pies en la tierra. Sabe lo que quiere y lo que no. Conoce a la perfección los entresijos de la profesión y se mueve en ella como pez en el agua. Abre su corazón en cada pregunta y lanza flechas de sinceridad. Así es Fernando Tejero, único dentro de una nueva generación de actores que viene pegando fuerte. Después de un tiempo retirado para encontrarse a sí mismo, vuelve con más fuerza que nunca a las tablas de los teatros de toda España. Le queda mucho por demostrar, y está apunto de estrenar papel protagonista en un drama social.

-El sueño comenzó en la pescadería de su familia en Córdoba.

-Pues sí. Cuando terminé la EGB, mi padre me preguntó si quería trabajar o estudiar, yo le respondí que quería ser actor. Pero con esta respuesta él entendió que deseaba un puesto en su negocio. La verdad es que no le entusiasmó mucho mi propuesta. Así que, durante algún tiempo estuve combinando mis estudios de bachiller con el trabajo en la pescadería. Sin embargo, la idea seguía rondándome la cabeza. Intenté afrontar una vida normal, me eché novia, y poco a poco me fui desanimando.

-¿Qué pasó entonces?

- A raíz de dejarlo con mi pareja me puse a hacer cursos y talleres de teatro. Por aquella época estaba en cartel la película 'Historia del Kronen' de Moncho Armendáriz. La persona que me acompañaba me comentó que Cristina Rota, la madre de Juan Diego Boto, tenía una escuela de Arte Dramático en Madrid. Lo gestione todo y me lancé a la aventura. Nunca olvidé mi sueño. No quería quedarme con la amargura de no saber lo que pudo haber sido. No soportaba la idea de que la melancolía me acompañara toda mi vida. Una vez allí Luisa Narciso me descubre y me empieza a dar personajes de reparto en series de ficción. Me propone para el casting de 'Los lunes al sol' . Después llegó Días de Fútbol y 'Aquí no hay quien viva'.

-¿Cómo recuerda aquella etapa de éxito?

-Tengo buenos recuerdos y espero seguir manteniéndolos durante mucho tiempo. Yo era un novato y tuve el privilegio de trabajar con gente a lo que yo admiraba muchísimo, como Gema Cuervo o Loles León. Si tuviera que echar marcha atrás, seguro que repetiría. Aunque también es cierto que hay que pasar página. Me considero un actor que ha tenido una carrera envidiable y que está reconocido por la profesión.

-En su carrera destacan los personajes cómicos, donde ha trabajado con los mejores directores, pero, ¿cuándo veremos a Fernando Tejero en un papel dramático?

-Ahora acabo de terminar un rodaje junto a Max Lemcke. En él interpreto a un personaje con un arco dramático precioso. Creo que 'Cinco metros cuadrados' va a dar un giro a mi carrera. Es una película muy bonita, en la que me he dejado el alma.

-En su palmarés figuran varios premios Goya, TP e, incluso, el reconocimiento de la Academia de la Televisión de España, ¿con cuál se queda?

-Cualquier premio que venga del público es importante. No obstante, en este país, el mayor reconocimiento que pueden darle a un actor es otorgarle un Goya. Tanto el primero como el segundo fueron como un bofetón de sentimientos, por el significado que tenían para mí en esos momentos.

-Pero la fama tiene su lado dulce y su lado amargo.

-Lo dulce de mi fama es que se me reconoce por mi trabajo; y el lado amargo reside en las situaciones que no puedes controlar.

-El cine español ha vuelto a renacer de la mano de profesionales como usted, ¿cuál ha sido la fórmula?

-El secreto está en apostar por gente nueva, por los nuevos talentos. Hay que arriesgar. Afortunadamente, hemos pasado la época en la que solo trabajaba la gente guapa. Tenemos que renovarnos, y no sólo dar posibilidad a lo comercial. Al espectador no hay que ofrecerle siempre chocolate porque puede empacharse. La fórmula está en darle chocolate, café y agua.

-Le caracteriza su marcado acento andaluz, ¿lo utiliza como sello personal?

-No, nunca ha sido una imposición mía. De hecho, en mi último trabajo lo pierdo. Un buen actor debe saber desprenderse de su acento materno en el momento que lo exija el guión. Lo que ocurre es que en mis primeros trabajos, los mismos directores me decían que pintaba naturalidad con él.

-Con la actriz Malena Alterio forma una potente pareja dramática, ¿cómo consiguen esa química?

-Es algo que no tiene explicación. Yo había trabajado con ella mucho antes de la serie. De hecho, fui yo quien la propuse para la serie. Recuerdo que cuando grabábamos escenas de pareja y discutíamos, muchas veces terminábamos los dos llorando de lo real que parecía. Esto desgraciadamente es algo que no te ocurre con mucha gente. Si ahora mismo me propusieran trabajar toda la vida junto a Malena Alterio, lo firmaría sin pensarlo. En el cine el espectador disfruta cuando los actores también lo hacen. La quiero cómo a una hermana.

-¿Es la primera vez que actúa en Cádiz?

-Si, y me siento muy feliz. Estoy muy ilusionado con la gira que estoy haciendo con la obra. Es la primera vez que actúo frente al público gaditano. Puede sonar a tópico, pero me encantaría pasar los últimos días de mi vida en Cádiz.