TOPE SALARIAL

El panorama resulta tan cruel para este Cádiz que dentro de su mediocridad ha sido capaz de tirar por el camino del recorte salarial, al menos en lo que respecta a su plantilla. Han sido muchos sus componentes que han tenido que reducir sus emolumentos para seguir formando parte de un club que sigue sin tener muy claro cuál es el camino que tiene que tomar para recuperar el prestigio y la decencia perdidas. El problema es que los futbolistas son los primeros en enterarse de qué es lo que gana su compañero de vestuario y, por ende, de los que en vez de sudar la gota gorda en El Rosal lucen palmito en unas ruedas de prensa donde hablan mucho, pero no dicen nada. Es el sangrante asunto del ínclito Javier Moyano, un tipo que ha tenido la habilidad de subirse al carro cadista para ganar un pastón que quita el hipo mientras la entidad tiembla porque no sabe si llegara a final de mes. Desde mis plácidas vacaciones y con la ventaja que otorgan cierta distancia geográfica y mental, sigo viendo las cosas muy negras. Da la sensación de que en el Cádiz CF 2010-11 se han empeñado en construir la casa por el tejado por lo que el batacazo puede ser de escándalo y no debería tardar mucho en producirse porque a Antonio Muñoz puede que se le estén agotando la paciencia y los euros ahora que hasta Hacienda está dispuesta a clavarle los dientes a su club. Al seguidor le queda el consuelo de que este humilde plantel tenga los suficientes arrestos para lograr la hombrada de meterse en el pelotón de los que aspiren este mismo ejercicio a abandonar una categoría que es una ruina total, pero que, miren por donde, ha servido para que hasta la fecha haya alguien en el Cádiz del tope salarial con un sueldo de ministro. En fin, que esto es lo que hay para sofocar un calor que viene a recordanos que nos espera un largo año en el infierno.