De la Puente no oculta su pasión por el velero, «es como si me hubiera tocado la lotería». :: ROMÁN RÍOS
ENTREVISTA

Manuel de la Puente: «El Elcano puede jugar un papel importante en el Bicentenario»

El comandante del buque apuesta por unas efemérides en 2012 que trasciendan la ciudad para ser una cuestión de Estado

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Tres placas de bronce en el lujoso salón de recepciones del Juan Sebastián Elcano apuntan a la misma familia. La última se colocó hace menos de un año: Manuel de la Puente, comandante. Un hombre de mar, decidido y valiente que no se doblega ante cualquier adversidad. Aunque ésta venga en forma de golpes de olas de más de 10 metros de altura. Pero es que a Manuel de la Puente Mora-Figueroa (Cádiz, 1958) le corre más mar que sangre por las venas. Su padre y su tío abuelo ya ocuparon el cargo que él tiene ahora. Ayer, tras completar su primer crucero de instrucción como comandante, confesaba su más profunda adicción: el mar en su versión más auténtica. Es decir, desde el puente de mando de un velero de más de 83 años de historia.

-¿Qué se siente cuando se divisa, de vuelta, la Alameda tras siete meses de viaje?

-La mayoría de la gente no tenía ganas de volver. Yo creo que muchos se hubieran acercado al Muelle y hubieran vuelto a empezar. Pero, siempre apetece un descanso después de casi siete meses. Dejaban atrás muchos problemas en manos de la familia y volver siempre sienta bien.

-¿Cómo ha ido su primer crucero de instrucción?

-La experiencia es maravillosa. La vuelta a Sudamérica es uno de los cruceros más bonitos, variados e interesantes. Estar con todos los barcos de la regata de Sudamérica era un aliciente especial: entrar en los puertos con ellos y la afluencia de público. Ha sido el mejor viaje. Tienes un verano antes de llegar, un invierno a mitad de viaje, otro verano, cruzas el estrecho de Panamá o pasas por Magallanes. Vamos, completísimo (risas).

-¿Qué aportará el Elcano al Bicentenario de las Cortes?

-El Juan Sebastián Elcano tiene que ser importante, al igual que en el Bicentenario de la Independencia de Sudamérica en el que hemos recibido a todos los presidentes de gobierno, embajadores o ministros. Son actos de mucha trascendencia y el barco juega un papel importante. Mientras hemos estado fuera hemos representado a España en todos esos países. En el caso de los actos de España creo que si se organizan de la misma manera e intensidad con la que se ha celebrado en Sudamérica, el barco tendrá una presencia importante.

-¿Existe un clima de colaboración entre Cádiz y la Marina?

-Es una cooperación muy importante. A la Armada le gusta contribuir con todos los actos de la ciudad. Además, el Bicentenario no va a ser sólo una celebración de Cádiz, si no de todo el Estado. Va a ir más allá.

-¿Supone la inmigración un cambio social en la Armada?

-Yo creo que ya estamos en los límites. Los barcos ya tienen un tanto por ciento cubierto que no se quiere sobrepasar. En el buque hay inmigrantes que aprovechan el crucero para visitar sus países de origen. La mayor parte son colombianos aunque nosotros hemos llevado peruanos, ecuatorianos o argentinos. La mayoría están nacionalizados y la integración es total.

-¿La crisis está haciendo que más personas paradas se acerquen hasta el Ejército?

-Supongo que ahora hay más voluntarios que antes. Por lo cual, hay más selección. Eso hace que el que entre pueda aspirar a más. El marinero que llega a la Armada tiene el futuro garantizado. El que quiera llegar alto puede hacerlo. La nueva Ley de Carreras permite que cuando salgan los futuros oficiales lo hagan con dos títulos. Por lo cual se garantizan un futuro tanto dentro como fuera de la Armada.

-¿Están sufriendo la Marina y el Elcano las dificultades económicas?

-La crisis la estamos notando todos. El Elcano tiene un trato más especial pero lo vamos a notar porque para las obras grandes que se le tienen que hacer no vamos a tener la misma cantidad de dinero. Habrá que hacerlo por fases. Además, no tendremos la misma disponibilidad de gastos, por ejemplo para las recepciones en el extranjero.

-La Armada ha reducido su programa de modernización de la flota ¿Cree que los astilleros de Navantia se apagarán sin esta ayuda?

-La crisis afecta a todos y si el Estado reduce gastos, también tendrá que hacerlo la Armada. Las inversiones que podamos hacer dependerán de los presupuestos de Defensa. Pero los planes de construcción y las necesidades de la Armada están muy claros y eso el Gobierno lo ve. A lo mejor se retrasa la modernización y hay que cubrir esas necesidades el año que viene o el siguiente, pero a la larga el Estado habrá de contribuir a mantener la Armada y su flota. Como todo, se irá retrasando, como pasa con el Puente, pero al final lo harán.

-Trabajos necesarios como en el caso de El Elcano, ¿no?

-El Elcano tiene unos ritmos de reparación muy concretos. Ahora se está preparando una restauración de la cámara de maquinas por ver cómo está el interior del casco. Se quiere tener listo antes de las celebraciones de 2012 para que el barco esté en perfectas condiciones.

Un barco muy resistente

-¿El buque escuela es buen navegante?

-Se ha portado perfectamente en los tres temporales que hemos tenido. Uno fue al poco de salir de Cádiz. Tuvimos olas de 10 metros pero el barco las soportó perfectamente. Fue una prueba de fuego para los que se marean, antes de dejar puertos españoles. El 'Esmeralda' (el gemelo de El Elcano) sufrió mucho más que nosotros. Sólo rompimos velas. Además, cuando tienes vientos favorables y el barco navega muy bien.

-¿Cómo lleva la familia la próxima salida de enero?

-Todavía no hemos recibido la comunicación oficial de cuál va a ser el viaje. Pero en principio, será corto para después poder entrar en obras. A mí me da pena que sea tan breve. La familia lo soporta, se acostumbra. Lo que pasa es que siempre dejas atrás algún 'problemilla'. Además los años del Elcano para todo el mundo son para disfrutarlos, no para pensar en nada más.

-¿Y usted lo está haciendo?

-Yo estoy como si me hubiera tocado la lotería. Lo estoy disfrutando y no lo cambiaría por nada del mundo. La experiencia te la pueden contar pero hasta que no estés en un viaje no puedes vivirlo. Este barco con la tradición que tiene (el saber que lo mandó mi padre y el hermano de mi abuelo) te hace disfrutarlo más. Lees los viajes de Magallanes y ves que coges por los mismos sitios o las mismas tormentas. Es recordar la historia. El Elcano tiene dos funciones: formar a los guardiamarinas y difundir España. En los puertos llegan los emigrados y pisan el barco y dicen 'estamos en España'. Puede parecer una tontería, pero hay que vivir ese momento para entenderlo. Cumplimos muy bien esa misión de representar a España. Es un viaje que tiene muchos aspectos que llenan. Son siete meses llenos de experiencias muy variados y vuelves muy satisfecho.