Sólo es otra opinión

Hasta ayer he procurado mantenerme al margen de esta turbulencia arrolladora llamada Copa Mundial de Fútbol. Creo que nos rodean problemas más acuciantes, aquí y ahora. Pero, ¿cómo pasar de puntillas por las cafeterías, la calle, el ambulatorio, o cualquier medio de comunicación sin que te den o pregunten tu pronóstico? Pues como ex deportista y practicante futbolero (muy malo; ni el entrenador ni la directiva me hablaban, y si metía un gol decían que era de casualidad, o llamaban al portero contrario incompetente, y no pocas veces me robaban el bocadillo; sufrí mucho), también tengo opinión. Jamás hemos tenido el premio tan al alcance de los pies, aun no siendo el equipo de hace dos años. Se acabó el antifútbol de las selecciones latinoamericanas e Italia, (aún queda Uruguay). Paraguay jugaba con ocho armarios roperos atrás y dos en punta esperando nuestro fallo en la médula para salir como si les debiéramos algo y machacarnos. Todo eso se acabó (repito, lo de Uruguay), y ya únicamente veremos elegante fútbol ortodoxo. Ahí es donde nosotros podemos cantar bingo (con el permiso arbitral). Ahora Alemania nos mete una docena y quedo como el culo. En cualquier caso, sólo es otra opinión.