EL PERFIL

CÉSAR PEMÁN PEMARTÍN

Gaditano de nacimiento fue toda una eminencia en el mundo de la arqueología, destacando sus estudios sobre la estructura y la ubicación de los Tartessos

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César Pemán Pemartín, nació en Cádiz, el 14 de diciembre de 1895. Garabateó sus primeras letras en el colegio de San Felipe Neri de Cádiz, bajo las enseñanzas de profesores de la Compañía de María, que tenían entonces por director al célebre padre Bacquiere, reconocido como hombre de grandes virtudes y excelente didacta y formador de jóvenes, tanto en España como en Francia. César destacó, muy pronto, como uno de los más brillantes discípulos del colegio en aquellos años. A los 19 se licenció en Derecho por la Universidad de Sevilla, si bien nunca ejerció profesión jurídica alguna. Años más tarde obtuvo la licenciatura de Filosofía y Letras, también en la hispalense, haciendo posteriormente el doctorado.

Obtuvo, por oposición, la cátedra de Historia del Arte en la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, de la que llegó a ser, años después, director. Durante toda su vida profesional se dedicó a la docencia y a la investigación. Sus estudios y publicaciones sobre el conocido pintor Zurbarán, en cuya obra se especializó Pemán, han dado la vuelta al mundo y muchas de sus aportaciones se conservan en la actualidad para el conocimiento de la personalidad y la obra del pintor de Fuente de Cantos. De gran trascendencia y profundidad han sido sus escritos sobre varios artistas plásticos españoles, principalmente del Barroco. Su obra 'Juan van Eyek en España', es citada por todos los estudiosos del inmortal maestro flamenco.

Aportación a la historia

Como arqueólogo también realizó trabajos muy destacados, sobre todo en relación con la estructura y ubicación de los asentamientos tartésicos. En esta materia llegó a ser una autoridad mundial, especialmente gracias a sus rectificaciones esenciales a las conclusiones de Adolf Shulten, profesor de Erlangen y gran pionero de los estudios sobre los Tartessos. Los avances trascendentales logrados recientemente en este campo se deben en muy buena parte a los trabajos precursores de ambos autores: A. Schulten y C. Pemán. Su gran cultura y erudición sobre Historia de la Antigüedad y su dominio del latín, le permitieron publicar una importante obra de investigación: 'El pasaje tartésico de Avieno'.

Su libro 'El arte en Cádiz' todavía sigue siendo de gran utilidad en la materia, así como 'Los Goyas de Cádiz', estudio más tarde complementado por su hija y por su discípula María Pemán Medina.

Viajó incansablemente por toda Europa y parte de América, cuando existían grandes dificultades de todo orden para hacerlo desde España. Ni siquiera, por aquellos entonces en pie, el telón de acero pudo frenar sus afanes de conocimiento. No sólo dominaba algunas de las consideradas lenguas muertas, como el latín y el griego (y a más bajo nivel, el hebreo), sino que hablaba como propio el francés y el inglés, utilizaba con toda soltura el alemán y leía todos los idiomas europeos, con escasas excepciones. Durante muchos años fue director del Museo Provincial de Bellas Artes de Cádiz, del que elaboró un catálogo muy riguroso y crítico que ha servido de modelo para varias obras semejantes en distintos museos de Europa.

Pronunció importantes conferencias en La Sorbona y otras universidades francesas y alemanas, y publicó extensos trabajos en la revista del 'Deutsches Archälogische Institut' y en la 'Koninklijk Museum, voor Shone Kusten- Antwerpen', así como en innumerables revistas especializadas de España.

Perteneció, como individuo de número, a la Academia de Bellas Artes de Cádiz y al igual que en la de Bellas Artes de San Fernando y en la de Santa Isabel de Hungría. Además, fue miembro del Instituto Arqueológico Alemán y de la Hispanic Society of América.

Amigos brillantes

Mantuvo una interesante correspondencia con el famoso profesor de Hamburgo, Erwin Panofsky, máxima autoridad del siglo XX entre los estudiosos del arte, cuando el sabio alemán era catedrático en Princeton y en Harvard. También tuvo relación profesional con él Jonthan Brown, quien en un prólogo llegó a decir que César Pemán fue «uno de los historiadores del Artes español más sensibles del siglo XX». En otro orden de cosas, este polifacético hombre fue también Maestrante de Sevilla, Caballero de Honor y Devoción de la Orden de Malta y Caballero de Montesa. Ostentó la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Estuvo casado con María de los Ángeles Medina Lafuente y tuvo seis hijos Miguel, Patricio, César, Juan, Carmen y María que fue su colaboradora y discípula. Falleció a los 90 años de edad, en enero de 1986.