La inestabilidad ha incrementado la morosidad, sobre todo entre las empresas que entran en quiebra. :: LA VOZ
CÁDIZ

El Consistorio registra un aumento de impagos de las facturas de luz y agua

La crisis provoca también un incremento de los procesos de embargo en los juzgados, que registran ya casi un millar de demandas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Tras la mesa de los juzgados de primera instancia de Cádiz, donde se reciben las demandas por deudas e impagos, a los agentes judiciales -además de trabajar con el papeleo-, les toca, de vez en cuando, hacer las veces de psicólogo, confidentes y consejeros de quienes se acercan buscando una prórroga o una solución a los procesos de embargo, porque no pueden asumir las deudas. «Nos llegan muchos llorando, y nos juran que no es que no quieran pagar; es que no pueden», reconoce un funcionario. Desde que la crisis aprieta y ahoga a los ciudadanos y empresas, este papel lo representan cada vez con más frecuencia.

La cantidad de impagos en las facturas más básicas, como la luz y el agua, ha crecido en los últimos dos años entre los vecinos de Cádiz. Así lo reconocen, de hecho, desde el Ayuntamiento de Cádiz, que gestionan la compañía pública Aguas de Cádiz y la principal compañía de suministro eléctrico de la ciudad -Eléctrica de Cádiz-. El presidente de esta última empresa y concejal de Hacienda, José Blas Fernández, cifra este aumento en un 1% en el último año entre los clientes particulares, pero hasta en un 3% entre las empresas. Y es que son estas, finalmente, las que más deudas dejan pendientes, sobre todo las que se han visto abocadas al cierre.

«También hay restaurantes y empresas de hostelerías apurados con los cobros y que piden ciertos días para pagar», reconoce Fernández, que explica que en no pocas ocasiones «Eléctrica es flexible en el cobro» antes de llevar a cabo el corte del suministro, que se acomete, por lo general, tras cuatro meses de mora. Es decir, a la segunda factura».

También se consume menos

En el caso de los particulares, los gaditanos se aprietan el cinturón antes que dejar a deber el recibo de la luz. «Muchas personas prescinden de comer antes que dejar de pagar la electricidad, porque se ha vuelto en algo imprescindible para todo; sin electricidad no funciona ni la vitrocerámica, así que cuando dejan de pagar, es porque están en una situación crítica», apunta Fernández, que recuerda que los casos que llegan a los tribunales son excepcionales, debido -en la mayoría de los casos- a deudas elevadas tanto de empresas como también de comunidades de propietarios que se ven incapaces de asumir el alto consumo, por ejemplo, de los ascensores.

A pesar de esta «excepcionalidad», los juzgados también han advertido la tendencia alcista de las deudas, especialmente, en los de primera instancia que el propio Tribunal Superior de Justicia de Andalucía destacaba en su última memoria de 2009 como los más golpeados por la recesión económica, por la avalancha de demandas y por procesos de embargos que reciben.

Los cinco juzgados de lo civil de la capital tramitan una media de demandas diarias sólo de procedimientos monitorios -los más comunes para reclamar deudas de menor cuantía con facturas de por medio-. Desde el 1 de enero hasta esta última semana, se registraron en 868 demandas por este proceso, según datos facilitados por el Servicio Común de los juzgados de Cádiz. «Se ha convertido en una constante, que vengan personas para saber en qué han quedado sus deudas, aunque el 95% prefieren saldarlas a meterse en tribunales», reconocen en los juzgados.