Imagen de la ventanilla general de la Agencia Tributaria de Cádiz para la cita previa del IRPF. :: ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

Hacienda mira con lupa las declaraciones

Los inspectores tienen orden de extremar el control y revisar el IRPF de los últimos cinco ejerciciosLos contribuyentes tardarán más este año en recibir la devolución por los problemas de déficit del Estado

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los abogados y economistas, que trabajan en las asesorías fiscales de la provincia, están desbordados. El pasado 3 de mayo comenzó la campaña de la declaración de la renta correspondiente al ejercicio de 2009, que acaba el 30 de junio, y las consultas se han multiplicado en las gestorías debido a los efectos de la crisis. La Agencia Tributaria quiere aprovechar el momento para repasar antes de que prescriban algunos expedientes de los últimos cinco años. Así, ha girado miles de cartas en la provincia reclamando más documentación sobre facturas, IVA y préstamos hipotecarios.

El despacho jerezano de Aragón Alvarado reconoce como en las últimas semanas se ha incrementado el requerimiento de información por parte del Fisco. Esta gestoría es consciente de que Hacienda ha extremado el control ante las necesidades de recaudación.

El secretario general de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, admite que hay instrucciones claras en este ejercicio para reforzar los controles y mejorar la recaudación. El año pasado, por ejemplo, los servicios de Inspección cumplieron con nota los objetivos. La previsión inicial era recaudar 5.900 millones de euros, sin embargo, se alcanzaron los 8.120 millones de euros.

Distintas fuentes consultadas por este periódico coinciden en señalar que el déficit público, que arrastra el Estado, obliga a redoblar esfuerzos en materia de recaudación. Así, en el caso de Cádiz, la actuación de la Agencia Tributaria se centra en destapar bolsas de fraude fiscal. No hay que olvidar que la economía sumergida mueve en la provincia 5.300 millones de euros anuales, lo que supone el 24,3% del PIB. Esta cantidad de dinero negro equivale a decir que cada gaditano oculta al Fisco rentas por valor de 4.350 euros de media al año. Este mismo déficit es el que impide al Ministerio abonar las devoluciones en tiempo récord, como en otros años.

Los inspectores revisan ahora a conciencia en Cádiz las declaraciones del IRPF correspondientes a los años 2006, 2007 y 2008. Los funcionarios prestan especial atención a los alquileres de pisos y a las deducciones por compra de vivienda. Ambos conceptos son especialmente vulnerables a la hora de realizar la declaración. La Agencia Tributaria pretende que la presión fiscal saque a flote las irregularidades en los arrendamientos. El 74% de los alquileres de viviendas en Andalucía escapan al Fisco, es decir, tres de cada cuatro no se declaran. En la comunidad existen más de 205.000 pisos alquilados de los que Hacienda no tiene constancia y por los que deja de percibir 2.450 millones de euros anuales. En la provincia, la población de pisos alquilados sin declarar supera los 45.000 y el fraude es de unos 80 millones de euros. Desde hace dos años, la Agencia Tributaria dispone de los datos de consumo eléctrico y de agua. Es por ello que esta información se coteja y cruza con la declaración de los propietarios de los inmuebles, que aseguran en su declaración que la vivienda es una segunda residencia o está cerrada.

El gerente del Colegio de Economista y portavoz de los asesores fiscales, Javier Fernández, aconseja que la declaración sea revisada por un profesional. Señala que los borradores emitidos por Hacienda tienen errores y se han detectado 21 fallos. Fernández admite, a su vez, que el fraude de los alquileres es una de las obsesiones de la Agencia Tributaria.

Por su parte, el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, aclara que el Ministerio quiere rebajar el fraude fiscal con los mismos medios, «sin aumentar plantilla ni recursos» y, además, con recortes salariales en la función pública que «más que ayudar, desmotivan». Lamenta que la estrategia anunciada en 2010 sea más una operación de «maquillaje» que una realidad.