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El periodismo se aferra a la calidad e Internet frente a la crisis

La vicepresidenta del Gobierno inauguró ayer en San Fernando el Congreso Mundial de Periodismo

Cádiz Actualizado: Guardar
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Periodistas ante periodistas. Una imagen casi endogámica en lo profesional se vivió ayer en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando, donde se inauguraba el Congreso Mundial de Periodismo La Pepa 2012. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha traído hasta la bahía gaditana una cita que cada tres años reúne a centenares de profesionales. Y con ello ha acaparado la atención mediática, de tal manera que ayer en San Fernando, una de las noticias del día fue precisamente aquellos que se encargan en otras ocasiones de transmitirla. Las jornadas de trabajo se prolongarán desde hoy y hasta el próximo viernes en el Palacio de Congresos de Cádiz. La última sesión será clausurada por los Príncipes de Asturias, que un día después abrirán la asamblea anual de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España. Esta concentración de eventos vinculados al periodismo hace que Cádiz sea esta semana lugar de encuentro para la profesión periodística a nivel internacional.

La vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega presidió la mesa de bienvenida a los 300 periodistas, procedentes de un centenar de países, a los que les trasladó la preocupación que el Ejecutivo español tiene sobre el futuro de los medios de comunicación. La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, declaró a LA VOZ al término de su discurso en el Teatro de las Cortes que tiene concertada una próxima reunión con el presidente de Aede, Antonio Fernández Galiano, para tratar del plan de ayudas a la prensa.

Fernández de la Vega indicó que en el actual contexto de crisis no son posibles medidas de carácter económico, pero sí se mostró dispuesta a estudiar otro tipo de soluciones, en materia de propiedad intelectual etc., que acudan en apoyo del sector, uno de los más afectados por la situación económica y el cambio tecnológico. De la Vega también incidió en la necesidad de dotar de los recursos suficientes a los periodistas para que puedan ejercer su trabajo, «que debe ser valorado y respetado por sus empresas y la opinión pública». E hizo mención al reto de transformación que deben asumir los profesionales, a partir de la aparición de nuevas formas de comunicación y la irrupción de Internet. «También hay riesgos como los falsos rumores, las opiniones interesadas que pueden convertirse en un arma de destrucción de la economía global. Por eso es crucial la intervención de profesionales fiables». Lo que sí adelantó la vicepresidenta es la próxima celebración de un foro de debate, impulsado por el Gobierno español en el marco de la presidencia de la UE que ostenta, y que tendrá lugar el 4 de junio. En él participarán representantes de la profesión a nivel europeo.

Los delegados y observadores del Congreso no sólo recibieron en su primer día las herramientas de trabajo habituales en este tipo de eventos, como los documentos que se van a debatir; también tuvieron ocasión de llevarse una portada simulada de periódico que les entregaron los miembros de la plataforma ciudadana que reivindica depurar responsabilidades en el caso del desfalco de la caja municipal de San Fernando. Pertrechados tras una pancarta, recibieron a las autoridades con el grito de «alcalde dimisión», pidiendo una vez más que Manuel María de Bernardo asuma la responsabilidad política por la desaparición de más de siete millones de euros públicos.

Cuando De la Vega abandonó el teatro tras su intervención, el Congreso se reanudó con una mesa de debate titulada 'el periodismo y el mito de la crisis'. Los periodistas Jean Paul Marthoz y John Nichols presentaron un informe elaborado en el seno de la FIP que analiza la situación actual del sector y qué posibilidades de futuro hay para una profesión que está «siendo golpeada con fuerza» por la actual coyuntura económica. Si bien Marthoz, que procede de Bélgica, recordó que los problemas de precarización de las condiciones de trabajo vienen de años atrás: «En la década de los años 80 comenzó la concentración de medios; la irrupción de grupos profesionales que nada tenían que ver con los medios y que mercantilizaron con la información». Pero el informe dado a conocer ayer aporta también claves de futuro. «Existen verdaderas posibilidades para el periodismo como los espacios de libertad que abre Internet, pero ese futuro no pasa por renunciar a la calidad», subrayó Marthoz.

Su compañero de mesa expuso la sangría laboral que se está produciendo en Estados Unidos, donde 150 periódicos, algunos de larga tradición, terminaron cerrando en el último año. «Mientras no entendamos que esto es un impacto a la democracia y no a nuestros respectivos puestos de trabajo, no seremos conscientes del verdadero alcance», decía Nichols, quien también denunciaba cómo el poder se había convertido en el principal emisor de información, adaptando los medios a sus propias necesidades.

Y es que la renuncia de calidad en pro de la rentabilidad empresarial fue una crítica muy repetida en la sesión de ayer. En esa línea se mostró el presidente de la FIP, Jim Boumelha, quien alertó en su intervención de la deriva que están tomando las empresas, «más preocupadas en obtener beneficios que en defender los principios básicos del periodismo».

Por eso, espetó a los congresistas, representantes de asociaciones profesionales y sindicatos, a hacer una defensa de la ética y la calidad de la información. Boumelha adaptó su discurso a la realidad de España y mencionó «la difícil situación que atraviesa la profesión en este país», mencionando los centenares de puestos de trabajos que se han perdido desde que arrancara la crisis financiera y la progresiva precarización de las condiciones de trabajo.