Los tres periodistas, en la mesa redonda. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Cebrián considera «absurdo» el debate sobre los anuncios de prostitución en los periódicos

El consejero delegado de Prisa afirma que no es una actividad ilegal y critica «la hipocresía» que existe en torno a este asunto

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Una mesa baja de café y tres sillas sirvieron para escenificar una mesa redonda que supuso el punto final de la primera jornada del Congreso Mundial de Periodismo. Tres personas, con tres perfiles distintos y algunos puntos en común en su discurso, compartieron ideas acerca del devenir que está teniendo la profesión. Un consejero delegado de un grupo editorial, un profesor y un periodista de calle y gran prestigio se sentaron para hablar sobre los 200 años de la libertad de prensa en España. Sin embargo, salvo un momento introductorio de Juan Luis Cebrián, describiendo a los presentes cómo se fraguó el decreto de libertad de imprenta que se aprobó en 1810 en La Isla de León, la charla se escoró inexorablemente hacia los retos a los que se enfrenta el periodismo. «Los periodistas tienen que mutarse, como las especies se han ido acoplando al medio ambiente. Tenemos que saber que estamos ante una crisis, pero igualmente que el mundo ha cambiado. Por poner un ejemplo, los anuncios de venta de pisos se han ido de la prensa y ya están en la Red, y no van a volver». El articulista de la revista 'New Yorker', John Lee Anderson, se preguntó si las grandes fortunas decidirán invertir para que se conserve el periodismo de calidad. «Ahora recibimos muchísima información, un aluvión continuo de datos. Sin embargo, te encuentras con teorías de la conspiración o con noticias inverosímiles».

Juan Luis Cebrián se descubrió ante el auditorio como un opositor a la retirada de estos contactos de las páginas de los periódicos, como ya ha solicitado en el Congreso la ministra de Igualdad, Bibiana Aido. Apeló a la pérdida de ganancias que tendrían «periódicos de tirada nacional que hoy están en una situación delicada» y definió el debate que pretende abrir el Gobierno, «de absurdo». «Esto tiene mucho que ver con lo cultural y con cierta hipocresía. La prostitución no es una actividad ilegal en este país y una mujer puede libremente ofrecer sus servicios». Y ante la posibilidad de que fuera espetado por los otros compañeros de mesa sobre la posibilidad de que las mafias puedan estar detrás de esos anuncios, el directivo hilvanó la siguiente idea: «Los anuncios pueden ayudar a destapar esas mafias; ahí están los números para que los investiguen».

El profesor de la Universidad Central de Caracas, Francisco Iturraspe, fue el encargado de introducir los temas y de puntualizar algunos flecos, como cuando le respondió a Cebrián, crítico con la apertura del Gobierno, que había afirmado momentos antes que le había sorprendido que un político hubiera inaugurado un foro de periodistas.