El establecimiento podrá tener incluso una entreplanta. :: Ó. CHAMORRO
CÁDIZ

Pablo Grosso ya no quiere el quiosco

Otras dos empresas pugnan por el bar-restaurante que se instalará en la parte baja de la plaza de Santa María del Mar El hostelero y anterior adjudicatario dice que la nueva ubicación no es rentable

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Dos empresas se han presentado al concurso para hacerse con el local situado bajo la plaza de Santa María del Mar, que albergará un restaurante bar con un velador en la plaza. Pero uno de ellos no será el antiguo adjudicatario del quiosco que iba sobre la plaza, el empresario hostelero Pablo Grosso.

El proyecto para instalar un chiringuito en este espacio del paseo marítimo concitó el rechazo de algunos vecinos que se organizaron en una plataforma para recoger firmas y tratar de que no se llevara a cabo. Consiguieron cerca de 4.000 firmas y tras varias manifestaciones, el Ayuntamiento dio marcha atrás y anunció que se modificaría el proyecto.

Y pese a que en un principio, Pablo Grosso aceptó el cambio y señaló que se presentaría al nuevo concurso, finalmente ha optado por no hacerlo. «Ha pasado ya mucho tiempo», señaló el empresario en relación a que la intención primera del equipo de Gobierno era tenerlo listo para esta primavera-verano, algo que se hará difícil debido a la larga tramitación que llevan los contratos.

Y aunque las condiciones económicas eran parecidas a las anteriores, Grosso considera que el cambio supone una pérdida de atractivo para el público, en vista de que la entrada del local ya no estará en pleno paseo marítimo, sino en la cuesta de bajada a la playa de Santa María y por lo tanto, es menos rentable.

El local, de propiedad municipal, necesitará reformas. Según los documentos de la Oficina Técnica de Proyectos e Inversiones, el local tendrá una planta baja y podría tener una entreplanta, si ésta ocupa el 40% del espacio. La superficie útil es de 154,83 metros cuadrados.

La idea del equipo de Gobierno era cambiar la urbanización de esta plaza coincidiendo con la instalación del nuevo local para hacer que la playa fuera más visible, más accesible y más práctica. Para ello se eliminará el muro que rodea la zona (que se cambiará por barandillas acristaladas), permitiendo así que cualquier ciudadano que pasee o se siente en sus bancos pueda contemplar el mar.

También se cambiarán los accesos, añadiendo unas escaleras a la rampa que ya existe para comunicar la plaza directamente con la arena.