Un segundo sanitario en Texas da positivo en el virus del ébola

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Una segunda sanitaria que atendió al primer paciente que fue diagnosticado en Estados Unidos con ébola ha dado positivo en el virus, según ha comunicado el Departamento de Salud de Texas en un comunicado. Se trata de Amber Vinson, una enfermera de 29 años, según ha comentado la familia. La empleada del Hospital Presbiteriano de Texas, que trató a Thomas Eric Duncan, el paciente liberiano afectado de ébola que murió en el hospital de Dallas, ha sido aislada "inmediatamente" después de presentara fiebre el martes, señala la nota de prensa.

La joven será trasladada al hospital Emory de Atlanta, donde ya fueron atendidos con éxito dos personas con esta enfermedad, informó hoy el director del los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Thomas Frieden. La segunda trabajadora presentó un cuadro de fiebre el martes y fue aislada en el hospital de inmediato. "Funcionarios de la salud han interrogado al último paciente para poder identificar rápidamente a cualquier contacto o potenciales exposiciones, y esas personas serán monitoreadas", ha precisado el departamento en un comunicado.

Los dos trabajadores que dieron positivo al virus del Ébola trataron al paciente Thomas Duncan, quien contrajo la enfermedad mientras estaba en Liberia y murió el 8 de octubre pasado.

Vinson había viajado en avión un día antes de ser diagnosticada, han explicado las autoridades de Salud que ahora buscan a las 132 personas de ese vuelo doméstico. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron que la mujer "no mostraba señales ni síntomas de enfermedad al subir al vuelo 1143, de acuerdo a la tripulación", pero la agencia sanitaria estadounidense quiere comunicarse con los pasajeros de todos modos, para asegurarse de que no haya nadie en riesgo.

"Debido al poco tiempo que transcurrió desde el vuelo nocturno hasta el primer informe de su enfermedad a la mañana siguiente, los CDC están localizando a los pasajeros que viajaron en el vuelo 1143 de Frontier Airlines de Cleveland a Dallas/Fort Worth el 13 de octubre", informaron los CDC en un comunicado. "Los pasajeros que hayan viajado en el vuelo 1143 deben ponerse en contacto con los CDC al número 1800-CDC-INFO (1800-232-4636)".

Frieden asegura que es muy bajo el riesgo de contagio a otros pasajeros de este vuelo, el 1143 de Frontier Airlines desde Cleveland a Dallas/Fort Worth y realizado este lunes.

Precisamente, horas antes de que se informara de este segundo positivo, las enfermeras de este hospital han denunciado en una carta el caos que se produjo en el centro durante el ingreso de Duncan y la falta de preparación y protección del personal para atender la situación.

La misiva fue leída por Deborah Burger, copresidenta de National Nurses United, el sindicato de enfermería de Estados Unidos, si bien el personal del Hospital Presbiteriano no está sindicado. Según la directora ejecutiva del sindicato, Rose Ann De Moro, las enfermeras tenían miedo de perder su empleo si revelaban sus nombres.

En la carta, recogida por 'Los Angeles Times', las enfermeras relatan que el 28 de septiembre, cuando Duncan llegó al hospital días después de que le hubieran mandado a casa pese a sus dolores abdominales, fiebre y dolor de cabeza, "estuvo durante varias horas, no en aislamiento" sino en una zona "donde había hasta otros siete pacientes". "A continuación, la enfermera supervisora llegó y pidió que fuera trasladado a una unidad de aislamiento, si bien se enfrentó a la férrea resistencia de otras autoridades del hospital", explican las enfermeras.

Las muestras tomadas a Duncan fueron enviadas mediante el sistema usual del centro, "sin estar específicamente selladas y entregadas en mano". "El resultado es que todo el sistema de tuberías se vio potencialmente contaminado", precisan.

Sin protocolo

Asimismo, en su comunicado, denuncian que el hospital no contaba con reglas claras sobre cómo tratar a pacientes con ébola, pese a que desde hacía meses los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta habían alertado sobre la posibilidad de que se produjeran casos de ébola en Estados Unidos. "No había preparación de antemano sobre qué hacer con el paciente. No había protocolo. No había sistema. Se pidió a las enfermeras que llamaran al departamento de enfermedades infecciosas" si tenían dudas, pero ese departamento tampoco tenía respuestas, lamentan.

Así que las enfermeras tuvieron que improvisar cómo gestionar las "copiosas cantidades" de fluidos corporales altamente contagiosos de Duncan vestidas con guantes que no estaban sellados en las muñecas, con batas ligeras que no cubrían sus cuellos y sin calzas quirúrgicas, subrayan. "Los responsables del hospital permitieron que enfermeras que interactuaron con Duncan continuaran luego con sus tareas habituales de atender a pacientes", exponiendo potencialmente a otras personas la virus, advierten.

Desde la dirección del hospital aseguran seguir todas las directrices de los CDC y estar preparados para el ébola. "La seguridad de los pacientes y los empleados es nuestra mayor prioridad y nos tomamos su cumplimiento muy en serio", ha señalado el centro en un comunicado. "Tenemos numerosas medidas en vigor para aportar un entorno de trabajo seguro, incluido entrenamiento anual obligatorio y una línea de atención las 24 horas del día los siete días de la semana y otros mecanismos que permiten informar de forma anónima", ha añadido el centro. "Seguiremos revisando y respondiendo a cualquier preocupación planteada por nuestras enfermeras y empleados", ha asegurado.