Erdogan advierte de que no intervendrá en Siria contra el EI si no se cumplen sus condiciones

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió anoche de que ni las protestas de los kurdos ni las críticas de la oposición influirán en la decisión de intervenir militarmente en Siria, una opción que solo contempla si se cumplen sus condiciones, como la creación de una zona de exclusión aérea.

Erdogan reiteró las condiciones, que ya adelantó el martes, bajo las que Ankara se afiliaría a la coalición antiyihadista promovida por Washington: El establecimiento de una zona de exclusión aérea en Siria; una franja de seguridad que podría acoger a desplazados sirios, y un plan para entrenar y equipar a las milicias locales sirias. "Si se cumplen estas condiciones, Turquía participará. Si no, no", concluyó.

Ya por la mañana, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, se había encargado de rechazar la propuesta del partido socialdemócrata CHP de intervenir en Siria de forma limitada, con el único fin de liberar la ciudad kurdo-siria de Kobani del asedio del grupo yihadista Estado Islámico . El jefe del Ejecutivo pidió al líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, que "guarde silencio", ya que, afirmó, no se necesitan sus ideas.

Ni Erdogan ni Davutoglu evaluaron la petición del HDP, el partido prokurdo que forma la cuarta fuerza del Parlamento turco, de abrir la frontera para permitir la llegada de ayuda humanitaria a Kobani, o de habilitar un pasillo por el que pudieran enviarse armas desde Irak o Siria.

El presidente turco acusó tanto al CHP como al HDP de instigar las protestas para "revitalizar la antigua Turquía", un concepto que a menudo opone al de la "nueva Turquía" islámica cuyo proyecto dice encabezar.

Erdogan dejó claro que no hará concesiones políticas para acabar con los disturbios y ataques que ya han causado 38 muertos, la mayoría por enfrentamientos entre kurdos izquierdistas con islamistas y nacionalistas. Tres manifestantes murieron por disparos de la policía y cuatro personas fueron ametralladas en un coche supuestamente después de cometer un atentado que costó la vida a dos mandos policiales.

"¿Qué hará la Policía? ¿Resistir tras sus escudos? No, la Policía responderá con el lenguaje que entienden" los manifestantes, advirtió el presidente turco. Erdogan calificó de "terroristas" a los "enmascarados", en una obvia referencia al hábito de los activistas kurdos más radicales de taparse la cara durante sus protestas.

Ya la semana pasada, Erdogan había señalado que para él son "tan terroristas" los miembros del Estado Islámico como los del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla marxista kurda con la que simpatizan muchos de quienes que se manifiestan a favor de Kobani. Los tres partidos de la oposición, por su parte, han hecho llamamientos a la calma y han pedido a sus seguidores no caer en provocaciones ni emplear la violencia.

Actuación de la Policía

Una diputada del HDP, Sebahat Tuncel, denunció en una rueda de prensa en Estambul que el giro violento de las manifestaciones se debe a que la Policía reprime de inmediato las protestas pacíficas. De hecho, desde hace varios meses la Policía no permite prácticamente ninguna concentración con consignas políticas en el centro de Estambul, donde no duda en emplear material antidisturbios para dispersar cualquier conato de manifestación.

Mientras los yihadistas siguen acosando Kobani, situada a pocos cientos de metros de la frontera turca, el Ejército trasladó al sureste del país una docena de tanques desde regiones más occidentales.