El presidente de Gowex seguía engañando a sus empleados apenas 24 horas antes de confesar el fraude

El presidente y también consejero delegado de Gowex, Jenaro García, continuaba manteniendo en el engaño a sus empleados apenas 24 horas de antes de confesar, primero en las redes sociales y luego en un escrito entregado este domingo en la Audiencia Nacional, que había falseado durante los últimos años las cuentas de la firma tecnológica conocida por impulsar proyectos de desarrollo de redes de wifi gratuito en varias decenas de ciudades de distintos países.

En esa reunión con la plantilla -en forma de videoconferencia simultánea con todas sus oficinas, fuera y dentro de España-, como se aprecia en un vídeo colgado este lunes en Youtube por uno de sus miembros, promete incluso que la empresa que él mismo fundó "no va a desaparecer" pese a estar suspendida de cotización desde finales de la semana pasada tras desplomarse su valor más de un 60% por las graves acusaciones que pesan sobre ella, que achacó básicamente a "ataques de especuladores". "Nuestra salud financiera es la misma pese a lo ocurrido", dijo durante los cinco minutos que duró su intervención, donde intentó hacer ver también que "los grandes inversores siguen confiando en nosotros".

"Os garantizo que seguiremos", aseveró a unos empleados que, por los aplausos con que recibieron sus palabras, parecían entonces totalmente entregados a la causa; este lunes, sin embargo, afirmaban sentirse "unos afectados más" y ser también "víctimas" del engaño, por lo que probablemente emprenderán acciones legales contra su jefe. El mismo que incluso llegó a teatralizar ese último discurso autocomplaciente, enseñando los hierros que llevó en una pierna durante años por un accidente. "Cuando se sale de esto, se sale de todo", afirmó antes los presentes.

García concluyó su arenga a los trabajadores de Gowex -a los que antes había dicho que iban a "cambiar el mundo"- ironizando con que "vamos a demostrar que podemos poner wifi en Gotham" -la desconocida firma de inversiones que inició su caída-. "Es una ciudad más del mundo (aunque de comic)", continuó su aparente bravuconada, "y entre todos los vamos a conseguir".