«Todos los gobiernos españoles han hablado con ETA, ¿por qué no ahora?»

Pablo Iglesias Turrión (Madrid, 1978) lleva varias semanas sin apenas pisar su domicilio del barrio de Vallecas. De mitin en mitin. Más aún desde que la última encuesta del CIS haya vaticinado que la lista que encabeza, Podemos, está a un paso de lograr un escaño. Algo sorprendente para una formación nacida hace apenas 120 días y que se articula de forma asamblearia -dispone de 300 "círculos" por todo el país y en el extranjero-. El auge de este grupo se explica, en parte, por el tirón mediático de Iglesias Turrión, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y tertuliano habitual de programas de debate en Cuatro y La Sexta

- ¿Cómo explica el auge de formaciones nuevas como la suya?

- Vivimos una crisis de régimen. Una parte de las instituciones constitutivas del 78 -la Monarquía, los partidos que construyeron el sistema...-, ha saltado por los aires. Hay una sensación mayoritaria de que estamos gobernados por golfos, por irresponsables que nos han llevado a una situación de crisis y que, sin embargo, siguen disfrutando de privilegios. No se han sentado en el banquillo de los acusados. Eso es una estafa a la democracia y va a tener efectos electorales.

- ¿Por qué cree que puede ser el final del bipartidismo?

- Las encuestas, que están cocinadas para favorecer a los dos grandes partidos, ya señalan que PP y PSOE van a tener el peor resultado de su historia. Y a nadie se le olvida lo que ha ocurrido en Grecia, donde se han aplicado una serie de ajustes que recuerdan mucho a los aplicados aquí y surgió la gran coalición entre conservadores y socialistas. Gobernaban juntos aplicando los paquetes de rescate dictados por la troika. Eso provocó el fin del bipartidismo en ese país. La sensación de estafa que están viviendo los votantes socialistas se va a notar. Personas que les apoyaban por los derechos sociales y los servicios públicos y que ven que las diferencias con el PP son de matiz.

- ¿Quieren ustedes pescar en ese río revuelto?

- Vamos a pescar de varias partes. De los que no han votado nunca, de los abstencionistas, de quienes pensaban que la política era sólo de los partidos y de quienes en el pasado votaron a opciones tradicionales.

- ¿Con qué propuestas?

- Queremos que se cumpla la Declaración Universal de los Derechos Humanos, queremos la defensa de nuestro país, lo que implica la soberanía plena sin cederla a Alemania, queremos una reforma fiscal para que los ricos paguen de una vez porque aquí sólo pagan impuestos quienes tienen una nómina o los autónomos. En torno a esas cosas de sentido común espero una gran movilización en las urnas.

- ¿Su movimiento puede ser flor de un día?

- No, porque ya se han constituido suficientes "círculos" y han surgido numerosos protagonismos a nivel local que van a ser la base de la construcción de Podemos. Las elecciones autonómicas y municipales van a hacer emerger nuevos protagonismos, la clave para generar un movimiento.

- ¿Su liderazgo tiene fecha de caducidad?

- Soy profesor de universidad y lo que más me gusta es eso. Me apena muchísimo que no sea compatible ser europarlamentario con dar clases en la universidad. Pero la política no puede ser una profesión. Hemos aprobado una directiva, la directiva Villarejo (en referencia al exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, "número 3" de la lista), por la que no se podrá estar más de dos legislaturas en una responsabilidad concreta. Somos gente normal haciendo política, no políticos.

- ¿Un buen resultado les hará dar el salto a la política nacional, a autonómicas, locales y generales?

- Me gustaría que esto no se quedara aquí sino que diera pie a un espacio de confluencia con más gente.

- ¿Con qué partidos?

- Para nosotros es irrenunciable la defensa de los derechos humanos, la soberanía y los derechos sociales. Habrá que iniciar un diálogo con las formaciones en esos parámetros: Izquierda Unida, Equo, Anova...

- ¿Defienden una reforma de la Constitución para incluir el derecho a decidir?

- Defendemos un proceso constituyente, que devuelva la palabra a los ciudadanos. Eso implica discutir de todo. Uno de los problemas de la Constitución es que se debatió en los reservados de los restaurantes. Toca abrir un proceso constituyente en el que los ciudadanos puedan hablar de la soberanía, del control democrático de las empresas estratégicas, de si la economía debe someterse a la democracia...

- ¿Está a favor de la autodeterminación?

- Sí, aunque me parece inaceptable que formaciones como CiU que han destruido mediante privatizaciones la capacidad del Estado de proteger a la gente, hundidas hasta el cuello en casos de corrupción, planteen ahora cuestiones que tengan que ver con el derecho a decidir. El derecho a decidir tiene que implicar la posibilidad de que los catalanes digan lo que quieren ser en el futuro. O los vascos, o los gallegos. Pero no se puede limitar a eso, sino que se debe aplicar a las cuestiones económicas, la base de la felicidad de la gente.

Artur Mas y Josu Jon Imaz

- ¿Apoya el referéndum que Mas quiere convocar en Cataluña?

- Me parecería muy bien que se les preguntara si quieren ser un Estado independiente, aunque quiero que Cataluña no se vaya. No soy nadie para imponer a un catalán lo que tiene que ser.

- ¿Estaría a favor de que el Gobierno abriera contactos con ETA?

- Todos los gobiernos españoles han hablado con ETA. González, Aznar, Zapatero... ¿Por qué no ahora? Todos los pasos que tengan que ver con el fin de un conflicto que ha provocado un enorme sufrimiento son pasos que tienen que ver con la responsabilidad. Me duele muchísimo, porque juzgo una hipocresía que gobiernos que han negociado con ETA usen el dolor de las víctimas para hacer electoralismo.

- ¿A los presos se les debería agrupar en cárceles vascas?

- Acabar con la dispersión supondría simplemente aplicar la legislación española. Todos los presos tienen derecho a cumplir la pena cerca de sus familias. Y eso ayudaría a acercarse a un escenario definitivo de paz y convivencia.

- ¿De quién está más cerca: Urkullu, Arraiz, López o Quiroga?

- Responderé con algo que leí el otro día: Repsol ha fichado a Josu Jon Imaz como negociador para ir a Argentina. ¡Vaya! Se supone que Imaz era un patriota vasco, pero al final los patriotas, sean vascos o españoles o catalanes, los de la derecha, acaban fichando por empresas multinacionales. Y ahí las banderas no están tan claras.