Denunciados en la Audiencia por parodiar a ETA en carnavales

Cuatro jóvenes de Berriozar (Navarra) que el día de carnaval aparecieron encapuchados, con armas y con un cartel puesto en la carroza donde se podía leer: 'Txolín dice que no vamos a entregar las armas', en una parodia de ETA con la figura de un personaje local que luchó contra los franceses, han recibido hoy la noticia de que su imitación burlesca va a ser investigada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

La razón es que la Guardia Civil de Navarra ha puesto en conocimiento del Ministerio Público los hechos ocurridos el pasado sábado durante el desfile de Berriozar, en la que una de las carrozas estaba ocupada por los cuatro jóvenes denunciados. Los hechos fueron conocidos el lunes por Unión del Pueblo Navarro (UPN), que en un comunicado acusó a los parodiantes, pertenecientes a la asociación juvenil Berriozarko Gazte Asanblada, de "humillar a las víctimas del terrorismo de ETA".

La Guardia Civil ha puesto ahora el asunto en conocimiento de la Fiscalía para que se determine si esta actuación puede suponer un delito de enaltecimiento del terrorismo, según la Delegación del Gobierno en Navarra.

Mofa y bochorno

UPN en Berriozar señaló ayer que "se trata de un hecho lamentable, que vuelve a poner a la localidad en el punto de vista mediático, por culpa de quienes apoyan al entorno etarra, y utilizan actos públicos para humillar a las víctimas del terrorismo",

Por ello, el grupo municipal regionalista instó al alcalde Xabier Lasa, de Aralar-NaBai, y al concejal de Cultura a que "den las explicaciones oportunas y expliquen por qué han permitido" dicho acto. También consideró que "quienes vulneran, humillan y se mofan de las víctimas disfrazándose de asesinos, no son merecedores de subvenciones públicas".

Y es que, a su juicio, "es bochornoso que una actividad subvencionada por el Ayuntamiento permita que los vecinos tengan que aguantar que unos encapuchados parodien a la banda terrorista y más cuando nuestro pueblo ha sufrido muy de cerca el zarpazo etarra, con el asesinato de Francisco Casanova", subteniente del Ejército, en agosto de 2000.

Sobre enaltecimiento y humillación hay que recordar que hace escasos días la Audiencia Nacional condenó a una joven de 21 años que a través de Twitter lanzó mensajes que ensalzaban a los GRAPO. La acusada, Alba González Camacho, aceptó la pena de un año de prisión siete de inhabilitación absoluta por decir en la red social que prometía tatuarse la cara "de quien le pegue un tiro en la nuca a Rajoy y otro a De Guindos".