El tifón 'Haiyan' marca el inicio de la cumbre de Varsovia

El tifón que ha arrasado parte de Filipinas ha marcado el inicio de la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP-19), que se abre hoy en Varsovia y donde delegaciones y ONG han advertido de los efectos desastrosos de no tomar medidas para reducir las emisiones contaminantes.

El presidente de la pasada reunión de alto nivel (COP-18), Abdullah Bin Hamad, ha inaugurado la cumbre, que se celebra en el estadio Nacional de Varsovia con la participación de cerca de doscientas delegaciones nacionales, con un mensaje de solidaridad para el pueblo filipino. Todos los intervinientes en la sesión de apertura tuvieron un recuerdo para un país devastado en los últimos días por un tifón de fuerza 5 que ha dejado a su paso miles de muertos.

La comisionada filipina para el Clima, Yeb Saño, ha aprovechado el arranque de la cumbre para hacer un llamamiento emotivo a los países más desarrollados, a los que ha pedido un compromiso de financiación de medidas contra el cambio climático y en apoyo de los damnificados por los desastres naturales. "Filipinas es el segundo país más vulnerable por el cambio climático con 22 tifones anuales de media, algo insostenible que genera constantes daños imposibles de sufragar", ha señalado Saño.

El delegado enviado por Manila a la cumbre, Naderev Saño, ha sorprendido al declararse en huelga de hambre "en solidaridad con sus compatriotas" hasta el próximo 22 de noviembre. "Me abstendré de comer durante la conferencia hasta que no se avizoren resultados positivos", ha aseverado el funcionario filipino.

Los seis primeros días de la conferencia de Varsovia se dedicarán a sesiones de trabajo, mientras que la segunda semana reunirá en la capital polaca a altos representantes de los países parte en la Convención. No obstante, no se espera que se alcance ningún acuerdo significativo hasta la cumbre de París en 2015.