detenidos en aguas del Ártico

Rusia retendrá durante dos meses a los activistas de Greenpeace

El motivo de esta sentencia preventiva es la posibilidad de que los acusados vuelvan a sus paises de origen y burlen el delito de piratería

MOSCÚ Actualizado: Guardar
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Dos meses de prisión preventiva para 22 de los 30 activistas de Greenpeace arrestados por las autoridades rusas por organizar una acción de protesta en aguas del Ártico es demasiado cuando no hay todavía una imputación formal. La acusación de piratería, que ha estado blandiendo el Comité de Instrucción ruso se cae por su propio peso cuando los participantes en el intento de encadenamiento a una plataforma petrolífera del gigante energético Gazprom no llevaban consigo ningún arma.

La decisión de enviar a un penal a la mayoría de la dotación del rompehielos de Greenpeace “Arctic Sunrise” fue adoptada la pasada madrugada por un tribunal de la ciudad rusa de Múrmansk. Otros ocho ecologistas tendrán que continuar bajo arresto preventivo otras 72 horas. Todos ellos fueron apresados durante los pasados días 18 y 19 de septiembre tras tratar de izarse a lo alto de la plataforma “Prirazlómnaya” con la intención de protagonizar un encadenamiento en protesta por el peligro de vertido que supone la extracción de crudo en una zona que incluye tres reservas naturales.

Entre los condenados a permanecer dos meses encarcelados está el periodista Denís Siniakov, que filmó la contundente actuación de las fuerzas de seguridad. Sus colegas rusos se han solidarizado con él y exigido su inmediata liberación, ya que su objetivo no fue participar en la protesta sino realizar la cobertura. Greenpeace ha distribuido un vídeo en el que se observa el momento en el que los miembros de Greenpeace son detenidos a punta de pistola. Se efectuaron además varios disparos al aire.

Los dos primeros arrestados fueron una finlandesa y un suizo. Al día siguiente, el día 19, fue llevada a cabo una espectacular operación con uso de helicópteros para apresar el barco, que fue después remolcado hasta el puerto de Múrmansk, y detener a todos sus ocupantes, entre los que hay ciudadanos de 19 países, entre ellos Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Reino Unido y Rusia. El Gobierno holandés ya ha exigido a Rusia que los ponga a todos en libertad sin pérdida de tiempo.

En una rueda de prensa ofrecida hoy, el coordinador de Greenpeace en Rusia, Antón Benislavski, anunció que serán recurridas “todas las infracciones procesales” cometidas por la Justicia rusa contra los 30 ecologistas. Benislavski advirtió que las detenciones son “ilegales” y habló de posibles querellas, tanto dentro de Rusia como a nivel internacional, “contra los funcionarios que han permitido que se cometan tales violaciones”. El responsable de la sección rusa de Greenpeace subrayó que “en ningún caso se puede hablar de piratería ni según el Derecho Internacional ni de acuerdo con el Derecho Penal ruso”, afirmó.

Tras la fuga de petróleo de una plataforma de BP en el golfo de México en 2010, la extracción en el mar inquieta a las organizaciones ecologistas, sobre todo en zonas como el Ártico en donde una eventual operación de limpieza sería mucho más difícil y costosa que en otras zonas del mundo. “Prirazlómnaya” se encuentra a 60 kilómetros de la costa y está previsto que se inicie la extracción de crudo a finales del presente año.