Rajoy y Aznar rechazan hablar de Bárcenas y la financiación ilegal del PP

Mariano Rajoy y José María Aznar han rechazado hacer un solo comentario sobre la presunta financiación irregular durante décadas del PP y sobre las acusaciones directas del extesorero popular Luis Bárcenas.

Ni uno ni el otro han aludido al asunto en sus intervenciones en el acto de clausura del Campus Faes -el foro de ideas vinculado al PP-, celebrado este mediodía en Guadarrama (Madrid), y han ignorado las reiteradas preguntas de los periodistas, tanto a la entrada como a la salida, cuando los servicios de seguridad se preocuparon de mantener alejados a los informadores de los líderes hasta que se montaron en sus coches oficiales y se marcharon. Aznar descartó la respuesta mediante un gesto con el dedo. Rajoy se limitó a hacer que no escuchaba las preguntas.

El encuentro de ambos líderes ha tenido un segundo punto de interés. Era la primera vez que coincidían desde que el expresidente del Gobierno, el 21 de mayo pasado, en una entrevista en televisión, criticó con dureza la política de Rajoy, en la que vio inacción, falta de cumplimiento de los compromisos electorales, y falta de determinación para bajar los impuestos. Lo que resumió en "la languidez de la resignación".

Los dos últimos grandes dirigentes del PP se han recibido hoy con contenida cordialidad, han charlado de sus planes de vacaciones, han hecho un breve posado oficial sentados en una mesa del jardín, y se han comportado de forma políticamente correcta en las presentaciones y agradecimientos del acto de clausura.

Rajoy, que ha dedicado todo su discurso a hacer balance de su año y medio de Gobierno y a prometer que su Ejecutivo sabe cómo sacar a España de la crisis, sin un comentario sobre la corrupción, ha remachado la intervención con lo que ha sonado como un claro reproche a su antecesor por unas críticas que ve "injustas". "Nadie podrá decir que el Gobierno que yo presido no haya tomado decisiones, que no haya hecho reformas, pero queda año y medio para el final de la legislatura y los balances se hacen cuando hay que hacerlos, porque lo contrario no es justo y eso no conduce a nada", ha asegurado en presencia de su antiguo jefe, que le miraba inexpresivo. "No podemos decir -en referencia a la conocida frase de Aznar- que España va bien, pero sí que va mejor y que el rumbo marcado es el correcto".

Aznar no ha querido reabrir las hostilidades y ha realizado un breve discurso de mero balance de los cursos del campus Faes, y ha citado entre ellos uno en el que se realiza una propuesta al Gobierno de drástica bajada de impuestos. No obstante, antes de dar la palabra a Rajoy, le ha dejado caer que Faes había puesto sobre la mesa "proyectos fundados, que deben ser analizados e que, incluso, pueden ser aprovechados".