LUCHA ANTITERRORISTA

ETA considera que la Comisión de Verificación «ha cumplido sus objetivos»

La banda terrorista dice que "para superar la confrontación armada es necesario negociar con los Gobiernos de España y Francia"

BILBAO Actualizado: Guardar
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ETA considera que la Comisión Internacional de Verificación que encabeza Ram Manikkalingam «ha cumplido sus objetivos», aunque la banda terrorista anuncia que está dispuesta a estudiar «otras funciones» para los verificadores. Estas afirmaciones se recogen en el documento elaborado como final del debate iniciado por ETA en la primavera del pasado año, al que ha tenido acceso la agencia «Vasco Press». El proceso de debate todavía permanece abierto.

En el primer texto distribuido entre los miembros de ETA para iniciar el debate no figuraba la afirmación de que la Comisión de Verificación «ha cumplido sus objetivos». La introducción de esta parte se ha realizado después del deterioro de las relaciones entre la organización terrorista y los verificadores, que se reflejó en los desacuerdos mantenidos el pasado mes de enero fruto de los cuales fue la expulsión de los dirigentes de ETA que se encontraban en Noruega desde finales de 2011.

Esas tensiones se expresaron en el comunicado difundido por ETA el 27 de marzo pasado en el que la banda hacía constar que la cuestión del desarme no figuraba «en la agenda» de los verificadores, ni «en el mandato» de la comisión. Era una respuesta a los intentos de la Comisión de Manikkalingam de persuadir a la organización terrorista para que hiciera algún gesto de desarme.

El documento final del debate etarra señala que el objetivo de las relaciones de la banda con la Comisión de Verificación Internacional era explicar «la solidez de los compromisos» de ETA «y reforzar su credibilidad». «Hemos querido reforzar la adhesión hacia el proceso, generando confianza a los ciudadanos y a la comunidad internacional», añade el texto. Más adelante se precisa que los contactos con los miembros de la comisión buscaban «verificar que la organización está cumpliendo sus compromisos», dar aclaraciones «en torno a sucesos concretos» y compartir «informaciones y reflexiones» con los verificadores.

«Como consecuencia de este trabajo en común puede decirse que la Comisión de Verificación Internacional ha cumplido sus objetivos, -afirma ETA en el nuevo texto-. Hoy en día, todas las partes aceptan la solidez de los compromisos de la organización». Añade ETA que, mientras la Comisión de Verificación «lo considere necesario», la banda está dispuesta a continuar los contactos y el trabajo en común «dentro de los compromisos y las reglas del juego fijadas hasta ahora».

Negociación a tres bandas

ETA indica que, a la vista de la actividad realizada por la comisión, «en adelante se analizarán otras funciones que podría jugar en el desarrollo del proceso». Esta afirmación, que sí figuraba en el primer texto del debate, era interpretada en medios de la lucha antiterrorista como una alusión a la posibilidad de dar un papel a los verificadores en un proceso de desarme de ETA. No obstante, la banda sigue condicionando cualquier paso en ese terreno a una negociación directa con los Gobiernos de España y Francia, tal y como ha venido exponiendo en diversas declaraciones a lo largo del último año y medio.

La última vez fue en el comunicado difundido el 27 de marzo, pero antes lo había hecho abiertamente en la declaración leída por Txeroki durante el juicio celebrado en París el 18 de febrero y, antes todavía, en otro comunicado de noviembre del pasado año en el que se emplazaba a España y Francia a una negociación y se fijaba los puntos que ETA quería discutir.

En el documento último sometido a la consideración de los miembros del grupo terrorista se insiste en que «para superar la confrontación armada y sus consecuencias, hay que llevar a cabo una negociación entre ETA y los gobiernos de España y Francia. Este ámbito de negociación no estará subordinado a nada». ETA afirma que quiere «poner en marcha y cerrar el proceso cuanto antes», pero advierte que «no podemos actuar con prisa».

«En lo que se refiere a las negociaciones, las propuestas de la organización buscarán el fin definitivo de la confrontación armada», indica al tiempo que menciona, una vez más, la agenda de negociación que quiere plantear: «La repatriación de los presos y refugiados vascos. El desarme de la organización y la disolución de la estructura armada (Dejar de ser una organización armada) y desmilitarización de Euskal Herria». Este último punto, según ha explicado ETA en varias ocasiones, incluye la retirada de efectivos policiales del País Vasco.