pintura

El Thyssen reabre «su» Capilla Sixtina con 'El Paraíso' de Tintoretto

La pintura del maestro veneciano regresa con pleno esplendor a su emplazamiento en el vestíbulo del museo tras una compleja restauración

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tintoretto pintó hace medio milenio ‘El Paraíso’ con un ojo puesto en lo que Miguel Ángel hacía en la capilla vaticana más famosa del mudo, la que acoge en breve un cónclave histórico. La pintura que el maestro veneciano concluyó hacia 1588 regresa ahora plena de esplendor, tras un año de restauración, a su privilegiado emplazamiento en el vestíbulo de museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Todo un hito para la institución que dirige Guillermo Solana, que recordó cómo esta pintura de más de ocho metros cuadrados. “Tintoretto rivaliza con ‘El juicio final’ de Miguel Ángel en su representación de los círculos concéntricos de la Gloria”. Se atrevía así Solana a decir que “con esta pintura de nuevo es su sitio podemos decir que el vestíbulo es nuestra pequeña Capilla Sixtina”.

La restauración de ‘El Paraíso’ ha sido posible gracias el apoyo de Bank of America Merrill Lynch, que mantiene un programa denominado Proyecto Global de Conservación de Arte y que colabora con grandes museos del mundo. Ni la entidad financiera ni el museo han revelado la cantidad invertida en la restauración, fruto de un convenio que podría ampliarse para futuras intervenciones en otras piezas.

La gigantesca pintura ha sido sometida a un minucioso proceso de estudio, análisis que ha revelado detalles muy curiosos, como que todas las figuras se abocetaron y pintaron desnudas y se ‘vistieron’ después. La restauración se ha realizado por primera vez a la vista del público. Y es que las dos restauradoras, Alejandra Martos y Susana Pérez, han trabajado durante doce meses a la vista de todos en un taller instalado en el mismo vestíbulo del museo. Una ‘pecera’ con las herramientas más avanzadas que se situó apenas a una veintena de metros del emplazamiento original de la pieza la que hoy regresó con recuperada esplendor esta obra maestra de Jacopo Comin (Venecia, 29 de septiembre de 1518 - Venecia, 31 de mayo de 1594), consagrado como Tintoretto.

La restauración ha sido uno de los hitos el 20 aniversario del Museo, inaugurado en 1992, según recordó Guillermo Solana. Poco más de media hora tardaron los operarios en conducir la enorme tela y su nuevo bastidor en su último viaje de apenas veinte metros. Se movió de la pecera de restauración, situada en un ala del vestíbulo a la pared fondo, donde fue izada con un carretilla elevadora y anclada ayudándose de unos andamios.

Es una obra del periodo de madurez del genio veneciano que la culminó cuando contaba con setenta años, y condensa todas las características de su estilo tardío, como el empleo de figuras más compactas y el uso del claroscuro que ahora se aprecia con todo sus gracias a una restauración que ha quitado polvo y barnices oxidados y corregido las infelices intervenciones realzada hace casi ochenta años.

La composición de la Coronación de la Virgen, inspirada en el Paraíso de Dante, se organiza en torno a los distintos grupos de ángeles, jerarquías religiosas y bienaventurados que, situados entre las nubes, rodean la escena central que representa el momento en el que la Virgen es coronada por su Hijo, según explicó Ubaldo Sedano, jefe de restauración del Museo Thyssen.

Tintoretto ejecutó ‘El Paraíso’ como ganador del concurso para decorar la sala del Gran Consejo del Palacio Ducal del Dogo en Venecia, destruida por un incendio en 1577.