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'CSI' en Gavà

La Policía resuelve un caso muy complejo gracias al ADN de los asesinos hallado en colillas y vasos

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El guión daría para una novela negra o para una serie policiaca, del estilo 'CSI' o 'Bones'. Pero en este caso, la realidad va mucho más allá de la ficción, por imposible que parezca y aunque Grissom se esfuerce capítulo tras capítulo en que no sea así.

Y es que agentes de la Policía Nacional han sido capaces de esclarecer y detener a los tres autores de un asesinato cometido hace diez años en Gavá (Barcelona), gracias al ADN hallado en unas colillas que se encontraban en la escena del crimen. Una labor minuciosa y de artesanía, que si no fuera porque tiene la firma oficial de la Policía Nacional, podría pensarse que es el argumento de uno de los últimos libros de Andrea Camilleri, Franz Delplanque o Maj Sjöwall, todos ellos presentes en el certamen 'BCN Negra', que arranca este viernes y que reúne en la capital catalana a lo más granado de la criminología y la literatura detectivesca.

Pero no, se trata de un caso real, que ocurrió en 2002. Fue entre el 2 y el 3 de mayo, y la Policía sospecha que las tres personas que ha detenido fueron contratadas como sicarios para asesinar a un hombre de origen marroquí y pasaporte español, que apareció muerto, atado de manos y con claros signos de haber sido torturado en un piso de Gavà, localidad costera muy próxima a Barcelona.

Cuando la Policía llegó al apartamento recogió huellas dactilares y vestigios biológicos presentes en las colillas, vasos, tazas de café, cristales de cuadros e incluso restos biológicos en una de las uñas del fallecido. Todas esas pruebas permitieron confeccionar los perfiles genéticos de los asesinos. No obstante como estos carecían de antecedentes en España las fuerzas de seguridad no pudieron hacer ninguna detención porque eran incapaces de identificar a los autores.

Sin embargo, una pista facilitada por los vecinos del inmueble, que aseguraron ver un coche con matrícula francesa el día del crimen, acabó siendo determinante para resolver el caso. La Policía española remitió el perfil genético a la policía francesa y allí sí, los asesinos tenían antecedentes, lo que facilitó su arresto.

El primer sospechoso era un varón de 34 años y de origen rumano que cumple condena hasta 2015 en una prisión gala. En paralelo, los investigadores solicitaron a la policía francesa la identificación de todas aquellas personas que se relacionaban habitualmente con él. Fruto de varias pesquisas, dieron con otros dos hombres, también rumanos y de 32 y 33 años, cuyas huellas y ADN coincidían con las que encontraron en la escena del crimen.

Uno se hallaba en Francia, cumpliendo condena por delitos violentos hasta 2017, y el otro estaba en libertad, después de pasar 8 años en otra prisión francesa. Este último fue localizado en Alemania. Los tres presuntos autores materiales del crimen de Gavà fueron entregados recientemente a la policía española. El primero ha vuelto a Francia para que acabe de cumplir su condena y los otros dos están en una cárcel de Barcelona. Caso resuelto.