Florentino Pérez. / Efe
FÜTBOL

Florentino, 'preso' de Mourinho

El presidente del Real Madrid teme que le arrastre el tsunami que provocará la salida del técnico al que otorgó plenos poderes

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Florentino Pérez está nervioso y desconcertado. Balbucea y se le traba la lengua, signos inequívocos de intranquilidad. Dice que acepta preguntas pero no las responde. Se enroca al más puro estilo de Ángel Villar, el mandamás federativo. Incumple su forma de actuar y comparece por sorpresa con el único propósito de desmentir una información que solo abunda en un secreto a voces: la profunda división entre el vestuario y José Mourinho.

Es una evidencia que el curso próximo el portugués no seguirá como entrenador blanco porque es el primero que ha asumido que su ciclo está más que finiquitado aunque conquiste la ansiada ‘décima’ y la Copa del Rey. El banquillo merengue genera enorme desgaste, y más si el técnico ejerce de pirómano casi a diario.

Los jugadores no soportan más al portugués y desean su adiós más pronto que tarde. Que en caso contrario habría desbandada de los pesos pesados del equipo es una hipótesis que no se contempla porque los propios futbolistas saben que el jefe no seguirá. Hay autogestión y conjura en el vestuario, tal y como ha publicado este medio. El cisma se inició con el grupo de españoles pero se ha extendido tanto que afecta de lleno a la relación entre ‘Mou’ y Cristiano Ronaldo.

El máximo dirigente blanco observa campañas en algunos medios con el único propósito, según dice, de desestabilizar al Real Madrid. El viejo truco de matar al mensajero. Habla de ética y se olvida de que un periodista fue encerrado e intimidado en un cuarto, junto a la sala de prensa de Valdebebas, por cometer el ‘delito’ de publicar una información que no gustó al preparador de porteros. Cuantos más éxitos y títulos, más periódicos deportivos se venden. El fútbol siempre ha sido una válvula de escape, y más en tiempos de crisis.

La mera intervención del presidente solo consigue dar más trascendencia a la información sobre ese supuesto ultimátum o chantaje de la plantilla, términos, por cierto, no empleados directamente por los periodistas. La comparecencia de Florentino solo se entendería si respondiera a una exigencia de Mourinho. El portugués siempre ha reclamado un mayor respaldo por parte de la directiva, que salieran a dar la cara cuando se le ataca. Sabe que la relación con los jugadores ya es insoportable pero el orgullo del técnico de Setúbal se mantiene intacto. Que en todo el mundo se pueda concluir que la plantilla pasa de él y reclama su despido, supone un desprestigio para quien pretende volver a la ‘Premier League’ con su honor salvaguardado.

En el caso de Mourinho, a Florentino Pérez se le presenta un grave problema. Con el luso no se marchará un técnico más, tipo Del Bosque o Manuel Pellegrini, por citar solo al primero y al último que echó del club. Se va el único entrenador al que ha concedido plenos poderes, al dueño absoluto de la parcela deportiva. Ganó ‘Mou’ la batalla con Valdano y fue ascendido a manager general. Las altas y bajas pasan por él. En buena lógica, el adiós del portugués debería llevar aparejada la dimisión del presidente que delegó en él su proyecto. Pero el fútbol está peleado con las razones de la lógica y el sentido común. Si en la primera etapa Florentino fue víctima de un excesivo mimo a los galácticos, como él mismo reconoció, ahora sufre por su abrazo incondicional a un técnico que siempre miró más por él que por los clubes donde ejerció.