Un pequeño artista de alta gama

Enrique Mastral, o Kike, como todos le conocen, no es un niño corriente de nueve años al que le gusta pintar, además de jugar al balonmano, patinar o destrozarse los pulgares con la videoconsola. Podía serlo, sí; pero no lo es. Y no lo es porque desde hace unos días la gente le mira por la calle. «Ese chico es el que salió en el periódico, el que estuvo con la Reina», comenta un chaval a otro cuando pasan a su lado. Kike aún no es consciente de la importancia de lo que ha vivido estos días, pero en un futuro lo será y posiblemente lo valorará de otra forma.

Kike sabe que ha ganado un premio de pintura por un dibujo en el que llevaba trabajando más de dos meses, lo que no sabe aún es la importancia de los premios BMW. Él solo sabe que su padre no quería que lo presentase al concurso. «Tenemos algunos de mis cuadros colgados en casa y mi padre quería que éste también estuviese. No lo quería presentar pero Javier (su profesor de pintura) le dijo que la cultura es para compartirla no para quedarsela uno en casa, y así lo convenció», nos explica este chaval estudiante del colegio Santa Teresa de Jesús de Calahorra.

Y es que asegura que tener al pintor calagurritano Javier Garrido como profesor es todo un lujo. «Aprendemos mucho de él y nos pone música clásica cuando pintamos o nos lee poemas», comenta. Pero él si tiene que elegir a alguien esa es Rebeca, su tutora y profesora de Plástica del año pasado.

La madre de Kike, Pilar, recuerda la buena mano que el niño ha tenido siempre con el dibujo. «Tengo hijos mayores y desde pequeño nos dimos cuenta de que a Kike se le daba muy bien la distribución del espacio y que si decía que hacía un perro, eso que había en el papel se parecía a un perro», bromea.

«Estaba muy nervioso»

Ella tampoco es aún consciente de lo que ha pasado estos días. «Mandamos el cuadro sin pensar en nada de esto, la verdad es que nos ha cogido un poco de sorpresa», comenta la madre del pequeño artista. Y es que uno no se encuentra de frente todos los días con la Reina Doña Sofía. Kike casi ni recuerda lo que le dijo. «Es que estaba muy nervioso. Sé que me pidió que le explicase un poco el cuadro», confiesa.

Y Kike le debió contar que su obra se llama 'Los guardianes del bosque', que representa un árbol de noche con un búho, una serpiente y un nido con unos huevos y que él intento pintarlo desde abajo, pero que aún no sabe si lo consiguió.

«Ah, y también me preguntó que si me gustaban los animales», recuerda con inocencia.

Y es que su gusto por los animales no se ciñe sólo plasmarlos en lienzos, sino que con tan sólo nueve años Kike ya los contempla como una forma de ganarse la vida porque de mayor le gustaría dedicarse a la Veterinaria... «o profesor, pero no de pintura, profesor de todo, tutor de una clase», especifica. Incluso si su afición por la pintura sigue en aumento no descarta estudiar algo relacionado con el arte, aunque de momento él prefiere que siga siendo una simple actividad más.

¿Y con los 4.000 euros que acaba de ganar? «Pues están ahí guardados para cuando veamos algún curso interesante de pintura al que nos podamos apuntar o quién sabe si serán para la matrícula de Bellas Artes», vaticina su madre.