El Barça quiere ganar por Tito

Tito Vilanova ya ha abandonado la UCI y se recupera en una planta del Hospital Vall d'Hebron de forma favorable. El entrenador evoluciona dentro de lo previsto tras casi tres horas de intervención quirúrgica en la que le fue extirpado un tumor de la glándula parótida, una extensión de la patología que le obligó a pasar por el quirófano hace trece meses. Esa debería ser la única noticia en el FC Barcelona. Tito va ganando el pulso a la enfermedad. Pero la vida sigue y sus jugadores se enfrentan al Valladolid en busca de una victoria más terrenal, de las que sólo suman tres puntos. Algo tiene el fútbol, sin embargo, que a veces esos tres puntos adquieren una simbología emocional que va más allá de lo deportivo. Y este es uno de esos partidos en los que el triunfo es todavía más importante para unos futbolistas que quieren dedicarle el triunfo a su entrenador.

«Seguro que Tito estará pendiente del partido y una victoria le ayudaría en su recuperación, tenemos la fuerza que nos transmitió en su charla antes de la operación y queremos dedicarle los tres puntos», comentó Sergio Busquets, sustituto en la rueda de prensa previa al partido de Jordi Roura, segundo entrenador y técnico interino hasta que Tito Vilanova se recupere. La dirección deportivo decidió que hablara un jugador para descargar de responsabilidad a Roura, centrado en preparar el encuentro, tras el que sí ofrecerá una rueda de prensa. También fue la confirmación de que el vestuario azulgrana ha dado un paso al frente para ayudar al cuerpo técnico en todo lo que sea posible para que este inesperado percance no afecte a la marcha de un equipo que lidera la Liga con un récord de puntos a estas alturas de la competición.

«Queremos seguir en la misma sintonía que hasta ahora, entre todos ayudaremos a Jordi Roura, que está absolutamente capacitado para hacerlo bien, hace años que está aquí y conoce bien la casa. Ahora lo importante es que estemos todos unidos e intentar sacar el partido adelante», señaló el centrocampista. El de Badia del Vallès, quien pidió «normalidad» ante esta situación tan anormal: «Sí es más complicado afrontar un partido tras lo que ha pasado, pero tenemos que tener ganas de jugar, no quremos que esto sea un hecho extraño». El primer paso para dar normalidad fue hablar del rival y de la Liga: «El Valladolid es un equipo que juega muy bien al fútbol y que está realizando una buena temporada, sabemos que será difícil ganar. ¿Una Liga aburrida? No pensamos en el título de Liga, sólo en los tres puntos, pero tanto el Atlético y el Madrid no se rendirán y seguro que esperan un tropiezo nuestro».

En la expedición, que por una vez viajó el día anterior debido a que el partido se juega demasiado pronto para viajar en el mismo día (18 horas), destaca la presencia del presidente, Sandro Rosell, señal de que el Barça quiere transmitir fortaleza, que no parezca que falta alguien. Aunque sí faltará. Y no sólo Tito. Tampoco estarán en Pucela los lesionados Song y Adriano, con molestias en una rodilla y en un gemelo, respectivamente, además de Cesc, Cuenca, Abidal y Muniesa, que ya estaban en la enfermería. Sí se recuperó Iniesta, renqueante durante toda la semana por un dolor en los isquiotibiales. La incógnita vuelve a ser si Villa jugará de titular junto a Messi y Pedro o lo hará el chileno Alexis. El Guaje vive un momento complicado por sus suplencias, pero su asunto es ahora secundario.

El Valladolid también tiene bajas: los lesionados Ebert y Jesús Rueda. Miroslav Djukic, entrenador de un equipo alabado por su buen fútbol no reñido con los resultados (8º), avisó que intentará poner en apuros al Barça sin renunciar a su estilo: «Sabes que te van a dominar, pero si te encierras se lo pones demasiado fácil. Hay que ser valientes ante el Barça. No firmo el empate antes de jugar, es un partido que nos medirá a los mejores del mundo, que nos servirá para saber dónde estamos y para aprender solamente en el caso de que lo afrontemos con nuestras propias armas. Si no, no valdrá para nada».