Habemus Twitter

Aún no se ha estrenado en la red social del pajarito, y Benedicto XVI ya cuenta con miles de seguidores dispuestos a continuar sus enseñanzas a través de Twitter. @Pontifex, que se inaugurará el próximo 12 de diciembre en ocho idiomas, entre ellos el español, será la dirección en la que a partir de ahora el Papa dejará sus pensamientos y reflexiones dirigidas principalmente a los católicos.

A sus casi 86 años de edad, Benedicto XVI es sin lugar a dudas el Papa más tecnológico de la historia: utiliza ordenador, móvil, Ipod y desde hace un tiempo cuenta con su propia web 'Pope2You.net', desde el que dirige mensajes a los jóvenes ya sea vía Facebook o Youtube. Ahora lo hará también a través de Twitter. Fue en junio de 2011, con motivo del lanzamiento del portal informativo de la Santa Sede cuando Benedicto XVI escribió por primera vez los famosos 140 caracteres. "Queridos amigos, acabo de inaugurar www.news.va ¡Sea loado Jesucristo! Con mis oraciones y mi bendición", decía el 'tuit' papal.

Aunque para hoy se esperaba un desembarco en la red social a golpe de 'tuit', el Pontífice se ha reservado tal honor para el 12 de diciembre, haciendo coincidir su debut con la festividad de Guadalupe. Será en el marco de una iniciativa en la responderá a los seguidores que le interpelen con el hashtag #askpontifex.

Aunque no será directamente el papa alemán quien tuiteé ya que delegará en alguno de sus colaboradores, los mensajes contarán con su visto bueno antes de ser publicados. Partes destacadas de sus cartas, discursos y homilías que se ajustarán al corsé de Twitter. "El Papa quiere llegar a todos", señaló Greg Burg, asesor de medios de El Vaticano. Sin embargo aclaró que no se trata de una revolución tecnológica de forma o de fondo: "Vamos a enviar un mensaje espiritual. El Papa no va a caminar por ahí con un Blackberry o un iPad y nadie va a poner palabras en su boca. Va a tuitear lo que quiera tuitear", precisó Burg.

Para la Santa Sede, la presencia del Pontífice en Twitter es "la punta del iceberg" de toda una estrategia comunicativa que tiene como objetivo estar presente en el nuevo espacio cultural virtual surgido gracias a Internet y que se ha desarrollado en gran medida a raíz de la eclosión del uso de las redes sociales. En el Vaticano lo tienen claro: lo que interesa es que el mensaje evangélico llegue pero, por encima de todo, que lo haga al mayor número de personas posible.