IGUANA TANGO, GRUPO MUSICAL

«La industria de la música se ha suicidado»

La banda madrileña Iguana Tango publica ‘Efecto dominó’, un séptimo trabajo cargado de optimismo que recupera el sonido pop de sus inicios

MADRID Actualizado: Guardar
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El grupo madrileño Iguana Tango acaba de publicar su sexto disco de estudio -séptimo en su carrera-, ‘Efecto dominó’ (Iguana Tango Records/ EMI), un álbum en el que traducen los cambios vividos en los últimos meses en la vuelta a un sonido más pop presente en sus primeros discos con canciones como ‘Te perdí’ u ‘Olvídate de mí’. “Probablemente porque después de hacer ‘Mudando la piel’ y meternos en ‘La construcción del cielo’, que fue el siguiente disco, decidimos ir más allá, evolucionar un poco y hacer un disco más roquero”, explica el bajista de la banda, Jacobo. “Ahora lo que nos pedía el cuerpo era una introspección y buscar realmente qué nos apetecía hacer y nos han salido estas doce canciones; en definitiva un disco más pop, pero es una etiqueta a posteriori”, añade.

Iguana Tango afronta el séptimo disco con energía renovada y el nuevo giro estilístico sin complejos. “Cada vez que nos enfrentábamos a una nueva grabación o composición, en ese momento era lo que nos apetecía. Vas cumpliendo años y, como a cualquier persona dentro de su profesión, su relación o su vida, te van interesando otro tipo de cosas. En el caso de Iguana, queríamos tranquilizarnos un poquito y hacer un disco más sosegado, más adulto y contar cosas que con 18 o 19 años era impensable”.

La banda lleva casi dos décadas en carretera, alternando ya siete discos de diferente firma estilística y tratando de sobrevivir en una industria que hace aguas. Para el guitarrista, Mario García, la dificultad estriba en que están viviendo “un periodo de transición” en el que “nadie sabe hacia dónde va la música”. “Nuestra fuente de ingresos está en los directos y es muy complicado saber cuál es la mejor forma, si primero digital, después físico, donde venderlo, en qué superficies…”. Se trata de una situación de futuro incierto ante la que el vocalista, Joaquín Padilla, se muestra muy crítico. “La industria de la música se ha muerto, incluso más bien se ha suicidado. Cuando se decía que era muy caro, la industria no hizo caso, cuando la gente dejó de comprar discos, regalaban un deuvedé. Luego salió internet y nadie hizo nada”, resume. “Para nosotros es muy importante que la gente pueda escuchar nuestro disco y lo escuchan gratis, no cobramos porque la gente lo escuche en Spotify, pero no le demos a la gente la idea de que no tiene valor… Nadie ha sabido coger las riendas, si no que han intentado exprimir a tope un globo que estaba pinchado”.